Según datos publicados por el Sistema Nacional de Salud, los hospitales españoles representan un 2% del consumo energético de todo el país, un gasto que puede reducirse en parte con las ventajas de la tecnología LED: mayor eficiencia energética, gracias a que producen menos calor, y menor consumo eléctrico para obtener la misma luminosidad.
La consultoría española en eficiencia energética Trigasia, fabricante y desarrollador de productos LED, ha sido la elegida por los gerentes del Hospital Universitario Santa Cristina de Madrid para renovar parte de su sistema de iluminación. Esta decisión surgió como medida para resolver dos circunstancias concretas de la antigua instalación. Como explica José Luis García, director comercial de Trigasia, “la primera actuación que hemos realizado en el hospital ha sido sustituir todas las bombillas del ‘hall’ de entrada, de tipo halógeno, por nuestras PAR/30 LED; en este caso el cambio se produce porque los techos tienen mucha altura, y cada vez que el hospital tenía que cambiar una de las bombillas, hacía falta montar un andamio. Gracias a la tecnología LED que ofrecemos, garantizamos que estas luminarias funcionarán al menos 50.000 horas –casi 6 años de encendido continuo– antes de tener que ser reemplazadas, frente a las 2.000 horas de media de los dispositivos halógenos, además de conseguir un 82% de ahorro eléctrico”.
Y es que dada la actividad de un centro hospitalario, que se desarrolla durante las 24 horas del día, todos los días del año, el consumo energético es un gasto considerable, y el dedicado exclusivamente a la iluminación supone, de media, alrededor del 35%. De hecho, según datos del Sistema Nacional de Salud (SNS), los hospitales españoles representan un 2% del consumo energético de todo el país.
Gran parte de la eficiencia de los diodos se debe a que en la transformación de energía eléctrica a lumínica, la pérdida en emisión de calor es mucho menor respecto al resto de tecnologías de iluminación, especialmente la halógena e incandescente que generan luz al calentar un filamento metálico. Esto supone otra ventaja añadida de los dispositivos LED, que al generar menos calor, no implican mayor gasto en aire acondicionado. “De hecho otro de los cambios que nos pidieron en el Santa Cristina fue reemplazar la iluminación de una sala de reuniones, con escasa ventilación, y en la que las bombillas halógenas eran las responsables de que la temperatura fuera excesiva”, comenta José Luis García.
Para el director comercial de Trigasia, la labor que han iniciado para este hospital madrileño representa un buen ejemplo para el resto de centros del sector, más aún con el actual debate al respecto de los recortes sanitarios. Y es que según un informe elaborado por el grupo Euroconsult, a partir de los citados datos del SNS, la sanidad española podría ahorrar cerca de 180 millones de euros al año sólo aplicando medidas de control en su consumo energético.
Trigasia es una compañía española especializada en la investigación, desarrollo, fabricación e importación de productos de tecnología de iluminación LED de alta potencia. Por ello, y en su afán de mejorar día a día, busca las materias primas, testa y desarrolla todas las partes de la lámpara de manera individual, utilizando los más altos estándares en dichos componentes.
Trigasia cumple estrictamente la normativa europea, incluso superándola, puesto que sus productos no contienen ninguna cantidad de wolframio (como las lámparas incandescentes o halógenas), ni de mercurio (como muchas lámparas de descarga y fluorescente) y no emiten radiaciones UV ni IR.