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30 de abril del 2013 es la fecha del lanzamiento del álbum Por Ahora y el estreno del vídeo “Sorprendentemente”

Hay grupos que se van y que se vienen, jugándosela en contra de nuestra memoria, de su voluntad y a veces de sus propias fuerzas. Este no es el caso....La  Tercera República en su caminar conjunto de más de diez años  oscilante en estrella y recorrido, pero firme en definición y consecuencia, siempre se han venido hacia nosotros, más que irse. Pero a su manera.

Indisolublemente vinculados a sus necesidades y particulares credos, a su primordial gusto por el disfrute escénico y por los momentos; se han saltado a la torera  cualquier ambición (tanto propia como ajena) y casi cualquier esclavitud de las habituales  que se imponen las grandes industrias. 

Así que por el respeto que se merece la memoria honesta, no es exacto decir que vuelven, porque  nunca se fueron, a pesar de que algunas veces no los hayamos sentido tan cerca.

La realidad menos relativa y más absoluta es que La Tercera República se revuelve aquí y ahora para todos nosotros en forma de canciones. Diecisiete temas: Doce de escogido recuerdo entre sus tres álbumes anteriores para ir haciendo boca y voluntad; cuatro nuevos   y una regrabada pero no casual “Sorprendentemente”, que cuenta con la colaboración de Álvaro Urquijo y Ramón Arroyo (Los Secretos). Y tiene que estar aquí para dar la pincelada definitoria de su credencial propia. Para cuadrar el círculo de dos inspirados músicos contadores de historias canallas, urbanas o extravagantes; realistas y surrealistas; elevadas o con el demonio dentro; trascendentes, frugales, veloces o diverti-das… Donde siempre prevalece  el fundamento esencial de continuidad de la Tercera República, que es  la esperanza. Que, soberbia o tímidamente, abre su enorme boca en cada canción para engullir la oscuridad y la falta de mañanas…

“Sorprendentemente”  sigue avanzando su historia narrada a golpe de fotograma que deja ver las medidas del tiempo y de la vida, que como Martín y García muy bien saben, están en un nivel tan indestructible, que ni el peor de los seísmos, tsunamis o llámese también crisis, podrán desvirtuarlo jamás. Esto no es una broma, estamos hablando de percepciones, de emociones y de vísceras.

Honrando el origen de su nombre les persigue el altibajo, la convicción y cierta infertilidad motivadora. Y el concepto que siempre fue poderoso y, compartido o no, tiene un innegable sentido, sigue absolutamente vivo. Ahora más que hace unos años; y a causa de los muchos sorprendidos damnificados de la clase media golpeados de necesidad, confusión, desencanto y frustración; el concepto reflota tras la larga hibernación moldeado con los muchos envites de su historia.

Con la inquietud del que tiene ganas,  sin certeza y con todas las cartas boca arriba, como siempre, se nos revuelve La Tercera República para que no se nos olvide que siempre hay aire para respirar.