Unas puertas seguras en los puntos de acceso a la vivienda son el principal elemento disuasorio para evitar un robo
Según el Ministerio del Interior, la Semana Santa –junto con las vacaciones de verano- es el período con mayor índice de robos en domicilios a lo largo del año y, por tanto, uno de los momentos en los que se intenta evitar “visitas inesperadas” durante nuestra ausencia.
Máxime teniendo en cuenta las poco halagüeñas estadísticas que indican que en 2012 se ha producido un aumento de robos con fuerza en domicilio del 25,4%. En parte, el aumento es debido a la adaptación de criterios europeos para el cómputo, que ha hecho que este año se incluyan garajes, trasteros, patios y espacios comunes.
“Son puntos vulnerables a los que, en ocasiones, no se les da tanta importancia como a la puerta principal de una vivienda, pero que necesitan también de una especial protección”, afirma Javier Ruiz, director general de Ruiz López Puertas Acorazadas. “Los nuevos criterios estadísticos demuestran que en España se da un robo con fuerza en domicilio cada 4 minutos; es un buen momento para plantearnos si disponemos de los elementos óptimos para evitar este tipo de delito. Generalmente, cuando adquirimos una vivienda o pensamos en una reforma en el hogar nos centramos en el interior del domicilio. Deberíamos empezar en el umbral de la vivienda; unas buenas puertas, por ejemplo, además de ser un elemento de seguridad en sí, reducen muy sustancialmente la probabilidad de que un ladrón decida entrar a nuestra casa.”
Este es un punto en el que coincide una mayoría de expertos: los primeros elementos disuasorios para evitar los robos son los puntos de acceso habituales a la vivienda.
En el caso de las puertas, por ejemplo, cabe distinguir entre una puerta básica (totalmente de madera), una puerta blindada (reforzada con una plancha de acero en su interior y en ocasiones también con refuerzos en el cerco) y una puerta acorazada (con un gran salto cualitativo con respecto a las anteriores, ya que tanto la estructura de la puerta como su cerco se fabrican íntegramente en acero; tan solo los paneles decorativos son fabricados con maderas u otros materiales como fibra de vidrio , aluminio, pvc, fenólico, etc…).
“A partir de la primera decisión entre los tres tipos básicos de puerta”, afirma Javier Ruiz, “hay otros muchos elementos que diferencian cualitativamente unas puertas de otras, comenzando por el cierre. Cuantos más puntos de anclaje tenga, mayor resistencia a impactos, llegando al cierre perimetral que usamos en todas nuestras gamas, que asegura totalmente los laterales de la puerta, convirtiéndola además en totalmente invulnerable al uso de palancas. Pernios soldados, densidad del bastidor, seguridad de cerradura, escudo y cerco son otros elementos de extrema importancia.”