Las iglesias son parte del patrimonio de las ciudades y los países, un fiel reflejo de lo que son o fue la cultura, las creencias y los valores de una sociedad, o una parte de esta en algún momento de su historia. Cerca de la Plaza del Mercado, está una de las iglesias más antiguas de Bruselas, la Iglesia de San Nicolás, llamada así en honor al santo patrón de los comerciantes.
Anteriormente a la Iglesia de San Nicolás, había un templo más antiguo que se incendió en 1176. La creciente riqueza de los ciudadanos de esta ciudad hizo posible que pudiesen costear la construcción de una iglesia nueva y más grande, que fue construida entre 1220 y 1250, y que es la que actualmente podemos ver.
Construida en el conocido como “estilo gótico escaldiano”, que se diferencia del anterior gótico brabantino por la utilización de una piedra con tonos azul grisáceo (propia de la zona de Tornaui, ciudad situada a orillas del río Escalda). En el siglo XIV la iglesia fue ampliada y la torre pasó a ser usada como campanario o torre de vigilancia. En definitiva, podemos afirmar que esta iglesia se edificó con una forma asimétrica, y sus diferentes partes, fueron construidas en tiempos distintos.
A lo largo de los siglos, muchos acontecimientos han tenido lugar en esta iglesia, algunos de los cuales han causado daños en su estructura. Por ejemplo, en el año 1566 un grupo de protestantes acabaron con todas las decoraciones góticas, debido a que habían dejado de creer en el culto a las pinturas y a las estatuas. Otro hecho histórico que contribuyó a a degradación de este templo fue cuando se produjo la Revolución Francesa en 1789: el país fue atacado por el ejército revolucionario francés y la Iglesia de San Nicolás quedó devastada, pasando a ser utilizada como establo para caballos.
Las restauraciones no se llevaron a cabo hasta el siglo XIX. Hasta entonces, esta construcción había quedado reducida a las ruinas, y nadie podía asegurar que la iglesia pudiese volver a adquirir el esplendor inicial. Los trabajos de reconstrucción continúan actualmente, en un intento de que éste vuelva a ser uno de los monumentos más espectaculares de la ciudad.
En la parte central de la fachada se puede observar una acusada verticalidad, flanqueada por torres y un ventanal muy grande. Su interior está formado por tres naves. En esta iglesia se llevan a cabo, en algunas ocasiones, la presentación de algunos proyectos arquitectónicos.
