EL museo de arte de Milwaukee alberga miles de obras de arte , diseñado por Calatrava, y junto al Lago Michigan, recuerda en sus formas a una embarcación.
Junto al Lago Michigan, en Milwaukee (Wisconsin) se erige el Museo de Arte de Milwaukee, que alberga más de 30.000 obras de arte. Este museo en sus orígenes estaba constituido por dos edificios, uno lo diseñó Eeron Saarinen en 1957 en homenaje a las víctimas de la guerra, y el otro fue una ampliación del arquitecto David Kahler en 1975 mediante un módulo con forma de bloque.
El conjunto Saarinen-Kahler era una estructura de cemento de geometría rectangular que carecía de identidad arquitectónica y funcionalidad: durante mucho tiempo este diseño presentaba un inconveniente, la ampliación de Kahler quedaba muy baja en los pisos inferiores y por lo tanto sólo se podía acceder al museo a través de la entrada del edificio principal de Saarinen.
He aquí la razón por la que se planteó crear una "nueva entrada majestuosa, un punto de orientación para los visitantes y una redefinición de la identidad del Museo a través de la creación de una imagen poderosa” En 1994 obtuvimos la respuesta de manos del arquitecto valenciano Santiago Calatrava.
Calatrava propuso una construcción como entidad independiente que contrastaba con el conjunto existente en su geometría, volumen, materiales, incluso en los colores y texturas.
No es de extrañar que con el Lago Michigan a sus pies, se sintiera inspirado por éste, los veleros, el sentido de movimientos, el clima…Es por ello que sus formas recuerdan a un barco, realizado en acero blanco y concreto, y con su puente peatonal atirantado da una apariencia ligera y dinámica.
Hay dos cosas muy interesantes en este proyecto, la primera es la estructura cinética del edificio, en acero y cristal a semejanza de un ave a punto de volar, se cierra o abre imitando ese aleteo animal, cuyo eje es un mástil inclinado.
El segundo elemento interesante es el protector solar móvil denominado "Burke Brise-Soleil”, que está compuesto por sus características alas simétricas entre sí que se distribuyen en treinta y seis alerones a cada lado de la estructura principal.
Este museo no sólo guarda obras artísticas de renombre, sino que el propio museo es también una gran obra de arte.