Cada vez son más comunes entre nosotros las estufas de exterior, un tipo de calefacción que nos permite continuar disfrutando de lugares al aire libre a pesar de las bajas temperaturas del invierno. Su función principal es la de calentar terrazas, porches y otros espacios exteriores, permitiendo que la gente se reúna y pase tiempo en torno a ellas.
Además de suponer la solución más rápida, efectiva y económica de calentar las zonas de exterior de la vivienda, su diseño ha ido evolucionando llegando a convertirse en una pieza más del mobiliario exterior. La variedad de modelos que existe actualmente en el mercado te permitirá elegir la que mejor se adecúe a la decoración de tu porche o terraza.
Qué debes tener en cuenta a la hora de comprar una estufa de exterior:
Hay multitud de modelos y marcas, pero si te has decidido a hacerte con una de ellas, debes tener en cuenta una serie de aspectos que resumimos a continuación:
Puedes encontrar estufas de exterior eléctricas o de gas, si bien estas últimas calientan más rápidamente el ambiente aportando más sensación de calor y resultan más económicas. Lo primero que debes tener en cuenta es el espacio del que dispones y la ubicación que vas a darle, pues las estufas de exterior suelen tener unas medidas considerables, aunque también existen diseños más compactos. En este mismo sentido, es recomendable que tengas en cuenta el área de superficie de la estufa, pues dispersan el calor de forma radial, llegando a alcanzar los 9 metros de radio. También es muy importante que te fijes en el material de acabado, siendo recomendables las de acero inoxidable o pintado. Las hay que incluyen ruedas, para que puedas transportarlas con mayor facilidad. Resulta esencial no perder de vista la seguridad, adquiriendo un modelo que disponga de algún sistema que bloquee la salida de gas en caso de golpe o vuelco de la estufa.
Algunas recomendaciones para su mantenimiento:
Al igual que otros sistemas de calefacción, las estufas de exterior necesitan un mantenimiento mínimo que asegure un óptimo rendimiento de las mismas:
No trasladar la estufa de un lugar a otro con la bombona de gas en su interior para no castigar las zonas más delicadas, como el mástil. Después de su uso debemos resguardar la estufa. Si no podemos hacerlo en el interior, podemos usar algún tipo de lona o plástico que la proteja del frío y la humedad. Algunas estufas de exterior tienen partes de cristal, que debemos proteger especialmente de golpes. Cuando llegue el buen tiempo es recomendable desmontar la estufa y guardarla convenientemente en bolsas o plásticos que la protejan del polvo y la humedad. Encuentra en nuestro catálogo online variedad de estufas de exterior y elige la que mejor vaya con tu porche o terraza.
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