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En las montañas de Griffith Park encontramos una de las atracciones turísticas más populares de Los Angeles, el Observatorio Griffith.

Desde allí los visitantes podrán disfrutar de unas impresionantes vistas panorámicas de la ciudad y hacer una foto con el inolvidable letrero de Hollywood al fondo.

Griffith Jenkins, un millonario periodista que se dedicó tiempo después a la minería, donó a la ciudad de Los Angeles 12,20 km cuadrados de tierra del Rancho Los Feliz para que fueran usados como parque público y tras su muerte dejó en herencia dinero para que se construyera allí un observatorio, una sala de exposiciones y un planetario.

El Observatorio se abrió en 1935, más de 13.000 personas visitaron el observatorio en sus primeros 5 días de funcionamiento y desde entonces ha sido lugar favorito de múltiples visitantes.

Cuenta con un teatro multimedia para 200 personas, donde diariamente se proyecta una película con la historia del observatorio a través del tiempo. Catedráticos y académicos ofrecen charlas y programas educacionales. Lleva el nombre de “Leonard Nimoy Event Horizon”, porque fue el conocido Dr. Spock de la serie Star Treck, y su mujer, quienes contribuyeron en gran medida a la creación de este espacio.

El observatorio tiene además dos cúpulas, una donde se encuentra el más avanzado Proyector de Estrellas, que gracias a su tecnología de fibra óptica se puede apreciar cualquier detalle del firmamento y la más grande, llamada “The Samuel Oschin Planetarium”, con una pantalla de 360 grados donde se proyecta con láser digital.

Sólo hay tres funciones diferentes para ver en esta cúpula:

Una es un viaje por el universo que nos permite conocer dónde está ubicado nuestro planeta dentro de la gigantesca Vía Láctea, nuestro sol, los planetas, sus lunas. Un recorrido fascinante.

Otra intenta concientizar sobre la importancia del agua, en el universo y en nuestro cuerpo. El incalculable valor que tiene para las plantas y los animales, para la existencia de cualquier ser vivo. Realmente es movilizador.

Y por último, los Viajes Vikingos: un viaje cosmológico sobre creencias vikingas acerca de la aurora boreal, y la pertinente explicación de la real naturaleza del fenómeno.

No obstante, este observatorio no sólo es lugar de celebración de fiestas de estrellas dónde el público puede observar; sino que en los años sesenta la NASA utilizó este lugar como sede de entrenamiento para los astronautas que iban a cumplir con el programa espacial Apollo.

El parque Griffith es mucho más que un espacio recreativo de cara al cielo, es una puerta de conexión entre el hombre y la naturaleza que brinda a muchas personas la posibilidad de conocer y conocernos a través de la ciencia. Este observatorio es un ícono de cultura y ciencia

El observatorio es un lugar tan impresionante, maravilloso y extraordinario, en realidad nunca había existido un lugar hecho por el hombre que fascinara tanto a muchas personas. Sin lugar a dudas, una visita inolvidable.

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