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El Museo Louvre-Lens revitaliza la cultura y la economía en laciudad de Lens.

El Museo Louvre-Lens es concebido como una delegación o subsede del célebre Museo Nacional del Louvre de Paris, no cuenta con una colección en propiedad, por lo que estrictamente no es un museo sino un centro de exposiciones artísticas localizado en las afueras de la ciudad de Lens, al norte de Francia. Este proyecto lo firma el estudio japonés SANAA, fiel a su blanco y etéreo estilo, el museo trata de desmaterializarse en su percepción desde el interior, para que las obras expuestas sean las que cobren la atención del espectador visitante. Bajo un diseño minimalista austero, de formas simples y con el vidrio y el aluminio como materiales principales, es totalmente opuesto a la pomposidad que despierta el Louvre. El vidrio combinado en distintas transparencias crea reflejos y ondulaciones. La estructura está realizada en acero pintado en blanco.  Las salas están alineadas y al ras de la calle, son amplias, no hay tabiques y los cuadros se cuelgan de paneles móviles, que se cambian según la exposición. Algunos techos también de vidrio dejan ver el cielo y aprovechan al máximo la luz natural. Entrar en este museo, es integrarse con la exhibición. Por un periodo de cinco años, La Gran Galería, denominada la Galería del Tiempo, hará una presentación cronológica con las obras maestras del Louvre de París organizada en tres periodos: 70 obras para la Antigüedad, 45 para la Edad Media y 90 para la época moderna, pasando por Egipto y Oriente. Además se exhiben obras de Perugino, Rafael, Botticelli y Rubens, que podrán admirar los visitantes junto a cuadros de otros autores esenciales del Louvre, como el «Retrato de Mariana Waldstein» de Francisco de Goya y «Antonio de Covarrubias y Leiva», de El Greco. Este museo  no sólo tiene un significado arquitectónico y cultural, sino también económico. Lens, la ciudad dónde está construido, vive un declive desde la década de los 60, debido al decaimiento de la minería y con una tasa de 16% de paro. Este nuevo centro Louvre-Lens permite revitalizar la zona y difundir y rentabilizar los fondos del museo parisino (en gran parte almacenados por falta de espacio) y convierte a Lens en un punto destacado en el mapa cultural francés, atrayendo turistas y reactivando económicamente la ciudad.

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