El Museo de Arte Contemporáneo de Niterói en Niterói, Rio de Janeiro, (Brasil) que es considerado uno de los emblemas característicos de la ciudad.
Oscar Niemeyer empezó la construcción con ayuda del ingeniero estructural Bruno Contarini, el Museo fue inaugurado el 2 de Septiembre de 1996. Es una estructura de 16 metros de alto y una cúpula de 50 metros de diámetro dividida en tres pisos. 817 metros cuadrados que reflejan el fondo que rodea la base cilíndrica “como una flor”. Fueron necesarios cinco años para erigir la estructura de cuatro pisos, utilizándose 3,2 millones de metros cúbicos de hormigón.
El terreno era estrecho, rodeado por el mar y la solución era una línea que naciera desde el suelo y sin interrupción creciera y se desplegara hasta la cobertura, además la vista al mar era bellísima, de lo cual también sacaron provecho. La forma del edificio circular permitía crear una galería abierta hacia el mar, repitiéndola en el segundo pavimento
Podríamos decir que el Museo es como una gigante sala de exposiciones, rodeado de paredes rectas y por una galería que protege y permite a los visitantes hacer una pausa para apreciar las imponentes vistas.
Una amplia cuesta de acceso conduce al Pasillo de Exposiciones, que tiene una capacidad para sesenta personas. Dos puertas conducen a la galería de inspección, por la cual puede ser vista la Bahía Guanabara, Rio de Janeiro y la Montaña Pan de Azúcar.
La cúpula ha recibido tratamiento térmico e impermeabilización con material altamente resistente y que se utiliza para proteger a los cohetes de la NASA.
Peter Gasper se encargó de la iluminación, en el hall central, las reflexiones en las paredes y la luz involucran todo el entorno. Externamente, el monumento es iluminado por faros, instalado bajo la superficie del agua en la base del museo. La iluminación da énfasis a la ligereza de la estructura, para dar la impresión de que flota sobre las aguas de la Bahía de Guanabara
Gracias a la geometría de las áreas de exposición, precedida por la curva de la rampa que conduce a los visitantes a una galería circular, comienza un viaje, con varios puntos de vista a través de la disposición de los elementos arquitectónicos.
