El colmo de todos los colmos: “Desahuciar personas en riesgo de exclusión social, de viviendas que en su día se cedieron en régimen de alquiler subvencionado a familias de etnia gitanas, para sacarlas de la marginalidad social en la que vivían”.

El colmo de todos los colmos:

“Desahuciar personas en riesgo de exclusión social, de viviendas que en su día se cedieron en régimen de alquiler subvencionado a familias de etnia gitanas, para sacarlas de la marginalidad social en la que vivían”.

Mañana día 14 de febrero del 2013 sobre las 11 de la mañana, se desahuciará a Doña Emilia Montoya (Tf:622560024) de 46 Años (viuda desde los 23 años) de su domicilillo en régimen de alquiler “CON SUBVENCIONES ECONÓMICAS OFICIALES MENSUALES PARA EL PAGO PARCIAL DEL ALQUILER” de un piso sito en Madrid, C/ Ejica Portal 6, 2º A, propiedad de la “EMV  EMPRESA MUNICIPAL DE LA VIVIENDA DE MADRID” por falta de pago de la parte proporcional que ella tenía que abonar y que algunos meses no pudo afrontar por diversos motivos.

En dicho domicilio conviven:

Doña Emilia de 46 años, cuyos ingresos son los recibidos por el REMI, Renta Mínima de Inserción (ayuda pública para personas que no tienen recursos suficientes para atender las necesidades más básicas de la vida y que por lo tanto se encuentran en situación de riesgo), TRES MENORES DE EDAD, sus nietos; un niño de un año, una niña de 4 años, otra de 5 años, su nuera 28 años y un hijo de 23 años.

¿Doña Emilia se tirará por la ventana y se suicidará?

¿A quién le importa? Sobretodo siendo UNA FAMILIA GITANA.

A MI ME IMPORTA

Es indignante que hace años se hiciese el esfuerzo de sacar a estas personas de la marginalidad, se les reinsertase en la sociedad y ahora se les deje nuevamente en la calle.

Lo peor es que se le desahucia de una casa propiedad de la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid donde además reciben una ayuda social para pagar parte del alquiler. Si no puede pagar este piso, ¿dónde podrán vivir?

Por último, yo que acompañé personalmente a Doña Emilia en su búsqueda de ayuda, de un abogado y en otras gestiones me pregunto; ¿Dónde estaban los servicios sociales?¿Dónde está la compasión mínima?

Puedo decir sin duda alguna, que lo peor de todo esto, es el trato recibido, pues la indiferencia ante esta situación es la respuesta habitual. Me siento totalmente impotente al ver que al tratarse de una familia gitana todo cambia. Sé que no es fácil hablar con ellos, no es la primera vez que dedico parte de mi tiempo libre a la ayuda o apoyo social de este colectivo en diferentes problemática y no, no es fácil, pero precisamente por ello, es mucho más necesario.

Por eso pienso que el colmo de todos los colmos es desahuciar personas en riesgo de exclusión social que ya viven dentro de viviendas de organismos oficiales que se dedican al realojo de familias provenientes de situaciones marginales de la mano de los departamentos de asuntos sociales.

Terrible, simplemente terrible.

Carlos.