La gran mayoría de los gatos o perros llegan inquietos al veterinario. El entorno desconocido, las malas experiencias, el dolor, la enfermedad, la presencia de otros animales y el olor son múltiples factores que ponen a los animales en posición desagradable. ¿Ir al veterinario es una verdadera prueba para ellos? ¿Usted teme este momento? Les damos algunos consejos para facilitarles la tarea.
No deje translucir su inquietud Los propietarios de animales de compañía lógicamente intentan tranquilizar a sus pequeños compañeros susurrándoles palabras tranquilizadoras. Pero este comportamiento provoca el efecto inverso y transmite a los animales la sensación de estar territorio enemigo. Es pues preferible evitar esta actitud. Los veterinarios saben lo que hacen, usted debe confiar en ellos y no inquietarse por mascota. El equipo de la clínica veterinaria Eurovet le garantiza el mejor trato posible de sus animales.
Dele un relajante Actúe con normalidad, como generalmente lo hace en su casa. Si usted está tranquilo, ellos también lo estarán. A pesar de ello, el entorno extraño y los olores de estrés depositados anteriormente por otros animales los inquietan. Disponga de feromonas tranquilizadoras con el fin de que lleguen relajados. Si son siempre agresivos prevea darles un calmante para la próxima cita.
Acostumbre a su mascota a adaptarse al trasportín Algunos gatos se estresan incluso antes de llegar a la clínica veterinaria. Solo el hecho de ver el trasportín les estresa ya que lo asocian con la pérdida del territorio familiar y experiencias pasadas negativas. No los fuerce, haga que aprecien esta cesta convirtiéndola en un juego tan a menudo como posible a haciéndolos entrar con la ayuda de golosinas. Anímelos con caricias y palabras tranquilizadoras.