Camino Laguillo
Inward (2011) explora hábilmente la franqueza y sinceridad de los rostros que transitan en automóvil. Situándose en la parada de un semáforo y en la oscuridad de la noche, Camino acciona el disparador, las facciones de los protagonistas quedan bañadas por la penumbra y una vaga luz amarillenta, la fuerza dramática del retrato reside en la incipiente tenebrosidad. Del espacio lóbrego emana un carácter fantasmagórico en cada sujeto, una suerte de espectro que no es fácil captar. En una atmósfera de silencio cada individuo asume su cotidianidad despreocupándose del mundo exterior, ajeno al ojo fotográfico que roba y congela la intimidad del otro. Sin ser consciente de ello, el espectador se hace cómplice y conjetura sobre una vida que desconoce.
La Casa (2011) pone de manifiesto una experiencia nostálgica y personal. La fotografía se convierte en ejercicio catártico, un modo de exorcizar el dolor. El hogar familiar es el espacio elegido ya que éste fue escenario de un trágico acontecimiento: la muerte de su padre. Pero también fue el marco donde la vida siguió adelante, donde las personas que allí transitaron y amaron siguieron transitando y amando de un modo diferente. Siempre teniendo muy presente el concepto de transformación, crecimiento y evolución. La huella de otros tiempos ha impregnado el lar pero no ha impedido que la vida continúe. Como si todo y nada hubiera cambiado. La vida sigue y se perpetúa en los objetos que fuimos, el mundo que nos rodea es un modo de aferrarnos a lo que tuvimos.
www.caminolaguillo.es
Miquel Llonch
“Prácticamente siempre he vivido en la misma ciudad: mi ciudad natal. De hecho, muchos de mis familiares y amigos han hecho como yo, siguiente la tendencia mediterránea, a nacer, vivir y morir en el mismo lugar, intentando mantener la tribu unida de una manera casi inconsciente.
Hace tiempo que fotografío el entorno de mi ciudad. Siempre he sentido un especial afecto por estos espacios tan frágiles que viven amenazados por la euforia constructora y el crecimiento urbano. Son la frontera de muchos ámbitos: ciudad y naturaleza, luz y oscuridad, ruido y silencio. Con el tiempo estos espacios se han convertido para mi, en pequeños refugios de serenidad. Al caer la noche, cuando la oscuridad se extiende sobre esos campos, todo se transforma: lo real en irreal, lo vulgar en esencial, lo evidente en misterioso. Es como si cada lugar se resguardara en su propia intimidad y se dejara acariciar únicamente por esa suave luz de la ciudad. Y es en esa penumbra donde los sentidos se agudizan y dan paso a un mundo de imaginación y emoción.”
http://www.miquelllonch.com/
Del 25 de octubre al 17 de noviembre de 2012
De martes a sábado de 11:00 a 20:00h
laNEW gallery. Calle Carranza 6, bajo.28004 Madrid. www.lanewgallery.com
