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Puede parecer sorprendente en estos tiempos de elevado desempleo, pero todavía hay algunos puestos de trabajo donde la demanda supera la oferta. La recesión lleva a muchos estudiantes a considerar a ingeniería como una opción profesional, pero aún así, pasarán por lo menos cinco años antes de que leguen al mercado laboral y hayan adquirido la experiencia suficiente en la materia. éstos vienen al mercado de trabajo y han adquirido experiencia en la materia. En paralelo, en los sectores tradicionales como la

La experiencia de muchos empresarios pone el foco en el problema. Trevor Garlick, director de operaciones de BP North Sea asegura que un de los mayores problemas de la empresa es encontrar las personas adecuadas con las habilidades correctas para cubrir puestos vacantes. Cuando se le pregunta cuál es la mayor barrera para el crecimiento de BP señala que la falta de conocimiento “encontrar las personas adecuadas es un problema para nosotros."

La Institución de Ingenieros Mecánicos (IMechE) ha investigado el problema y, según sus estimaciones,  el Reino Unido necesitará más de 31.000 ingenieros recién graduados cada año durante los próximos cinco años para satisfacer la demanda prevista de la industria en 2017. En la actualidad, sólo 12.000 estudiantes de ingeniería se gradúan anualmente.

Ahondando en el tema,  más de la cuarta parte (27%) de los ingenieros que participaron en la encuesta ACE de Coyuntura de Negocio 2011 resaltaron la dificultades de contratación de personal durante el año pasado, frente al 5 por ciento registrado en la Encuesta de 2010. Todo parece indicar que cada año que pasa las empresas tendrán más dificultades para  encontrar los profesionales adecuados. 

Según Nelson Ogunshakin, director ejecutivo de ACE "el sector de la ingeniería necesita encontrar un flujo fresco de los nuevos candidatos para sustituir a las personas que salen de la industria. La situación económica actual no durará para siempre, y cuando la economía se recupere tenemos que contar con  las habilidades que nos permitan mantener una economía competitiva, líder mundial en la industria de la ingeniería. "

No es de extrañar que, en un estudio reciente llevado a cabo OnePoll,  para la empresa especialista en formación KnowledgePoint, casi la mitad de los profesionales del diseño de ingeniería encuestados calificó como “grave” la escasez de habilidades en su industria.

Pero, ¿cómo encaja esto con las estadística actuales de paro, en las que figuran miles de graduados en ingeniería recién titulados?

En lugar de una escasez generalizada de habilidades, parece que el problema está en la falta de los conocimientos adecuados. Para algunos se trata de una cuestión de "transferencia de conocimientos". Para otros, es una cuestión cultural más que un problema de formación o experiencia en la medida que cada vez son más las empresas que quieren contratar a personas que encajan en el espíritu general de su organización y de la marca. En otras palabras, quieren que los nuevos empleados sean productivos desde el primer día.

Basta rascar la superficie del problema para ver que un factor clave en la situación es la brecha, cada vez mayor, que existe entre la enseñanza que ofrecen las Escuelas y Universidades y lo que realmente demandan las empresas.

Mientras que algunas instituciones educativas son ejemplares en su estrecha colaboración con la industria y los desarrolladores de software para asegurarse de que su enseñanza es totalmente actual, otros siguen ofreciendo títulos obsoletos y sin porvenir. Según el estudio de OnePoll, casi la mitad de los encuestados cree que el sistema educativo actual empeora la situación al no proporcionar a los estudiantes las habilidades adecuadas.

La Ingeniería de Diseño es un buen ejemplo de un área donde se produce un déficit entre la enseñanza y el pensamiento actual, caracterizado, en los últimos años, por la velocidad de los cambios y la evolución de la profesión. La digitalización ha traído cambios en el concepto del diseño, en el flujo de trabajo, en los sistemas de pruebas y análisis y en la forma en que se desarrollan los prototipos. En el caso de la construcción, ha cambiado la manera de relacionarse con el medio ambiente, el diseño de edificios de nueva planta y la remodelación de los ya existentes utilizando tecnologías innovadoras para el diseño estructural y sofisticadas formas de visualizar, comunicar y gestionar proyectos, incluyendo la programación 4D y navegación en tiempo real en los modelos de construcción. Independientemente del tipo de ingeniería de diseño que se trate,  ya no son necesarios los cálculos complejos y la coordinación que dominaban los procesos de trabajo. De esta manera, muchos métodos y fórmulas que antes eran vitales ya no son necesarios.

Por supuesto, no hay nada malo en el aprendizaje de los métodos de trabajo tradicionales. Sin embargo, deben ser complementados con las habilidades actuales, si un estudiante quiere tener un valor real para un futuro empleador.

Entonces, ¿cuál es la respuesta? Quizá la encontremos, al menos en parte, en el  aumento de la popularidad de las certificaciones TI, que refleja cómo los empleadores están replanteando el concepto de la formación en el puesto de trabajo. Esta tendencia también pone de relieve la demanda de un estándar global que puede tranquilizar a los empresarios (que normalmente no están cualificados para evaluar las habilidades de los candidatos) a la hora de evaluar si el candidato está preparado para hacer su trabajo.

Es evidente que la brecha entre formación y necesidades empresariales no se va a cerrar con las certificaciones. Sin embargo, sí proporcionan un estándar universal para garantizar la coherencia y la pertinencia de las competencias. Al solicitar una Certificación en lugar de una titulación, que no tiene uniformidad en todo el país o internacionalmente y revela poco sobre el nivel de conocimientos que se ofrecen, los empleadores pueden estar más seguros al emplear a recién graduados o personas de más edad con experiencia. Proporcionar un punto de referencia mundialmente reconocido ayuda a reducir los riesgo derivados de las subcontratación o del uso de contratistas independientes para llenar vacíos de habilidades internas.

También permite a los candidatos bien preparados diferenciarse de sus competidores en el mercado de trabajo. La encuesta KnowledgePoint indica que una mayoría (59%) de los encuestados pensaba que era importante contar con la certificación y el 51 por ciento afirmó que estaba interesado en obtener la certificación por si mismos. Esto indica que las personas quieren, cada vez más, a asumir la responsabilidad de su propia formación.

Sin embargo, sólo la mitad de los encuestados dijo que su organización promueve activamente la obtención de estas certificaciones.  Un área donde Europa se está quedando detrás del resto del mundo. Los EE.UU. tienen el mayor mercado de la certificación en el mundo y su crecimiento se ha acelerado en las economías BRIC-Brasil, Rusia, India y China-y en Europa del Este, regiones en las que la expansión global del mercado de TI no ha dejado de crece a ritmo acelerado en los últimos años. Todo parece indicar que, para seguir progresando, las empresas europeas deben incorporar la certificación como un factor decisivo en la licitación laboral.

Quizá el dato más ilustrador de los resultados de la encuesta KnowledgePoint aparece cuando las respuestas se desglosan por edad. Así, el 71 por ciento de los encuestados, de entre 35 y 54 años de edad, respondió que la certificación era importante. Posición respaldada por el 51 de los encuestados situados en la banda de edad de entre 18 y 24 años. Esto significa que los ingenieros de más edad, con habilidades tradicionales, han aprendido que el cambio de las prácticas de trabajo hacen más vulnerables a quienes no están preparados. La certificación y la formación permanente es una forma de mantenerse al día en las tecnologías y tendencias más actuales y de demostrarlo a los potenciales empleadores.

A la vista de los datos económicos, hay pocos signos de que se vaya a producirse un crecimiento sostenido a medio plazo. Situación que se agrava con la crisis del euro. En este escenario, el mercado de trabajo seguirá siendo inestable y se mantiene el debato en torno a la escasez de personal cualificado. Sólo quienes asuman la responsabilidad de mantener al día sus conocimientos y habilidades relevantes estarán preparados para garantizarse un futuro mejor.