Los usuarios que accedan a la Web www.tempur.es podrán conocer todos los detalles, dados a conocer por el líder mundial del descanso, sobre la mejora en la calidad de su reposo en el período estival a través de la “Guía de Descanso” .
Madrid, 18 de julio de 2012. - Tempur España S.A, filial de Tempur World, Inc, que comercializa en España los productos de descanso elaborados con material Tempur, aconseja que, durante los meses de verano, se sigan una serie de normas a través de su “Guía de Descanso”, de su página Web www.tempur.es, que facilitará la adaptación en esta época del año en la que, debido al calor, descansamos peor.
Pese a que en época estival nos sintamos más relajados o no trabajemos, el descanso nocturno siempre hay que tomárselo muy en serio, ya que de esto depende la calidad de vida de cada persona. Por ello, Tempur ha creado una “Guía de Descanso” en su Web www.tempur.es para aportar consejos a sus clientes. Esta guía de consulta ayuda a aclarar muchas de las dudas en el mundo del descanso.
En la “Guía del Descanso” encontramos una serie de consejos para alcanzar un descanso óptimo:
Un buen descanso no depende sólo del colchón o de la almohada, existen indicaciones básicas que nos permitirán levantarnos cargados de energía cada día.
• Se recomienda mantener una rutina de horarios. Aunque estemos de vacaciones conviene ser regulares a la hora de acostarnos y levantarnos ya que da estabilidad a nuestro organismo y ayuda a relajarse.
• El verano suele ser una época de desplazamientos por vacaciones, y los cambios de zona horaria afectan a nuestro organismo. Conviene intentar adaptarse a los horarios nocturnos del país de destino desde nuestra llegada.
• Debemos orientar nuestro dormitorio al descanso y la relajación. La temperatura ideal es de 18º C, por lo que si por la noche optamos por mantener encendido el aire acondicionado no debemos dejarlo a una temperatura inferior a la indicada. La consecuencia de dormir con el aire acondicionado en la misma habitación, con la temperatura demasiado baja, o con los filtros en mal estado puede ser sequedad en las mucosas, lo que provoca tener más facilidad para los enfriamientos. Por otro lado, los colchones de material viscoelástico, por ejemplo, son también capaces de adaptarse a la temperatura corporal.
• Debemos mantener bien ventilada la habitación, sobre todo antes de irnos a la cama, así garantizaremos unos niveles correctos de humedad.
• Se desaconsejan las cenas copiosas o con muchas grasas, mejor una cena ligera.
• La longitud mínima recomendada para una cama es la correspondiente a la altura del cuerpo más 20 cm. Una individual nunca puede tener una anchura inferior a 90 cm. y la de una doble nunca debe ser inferior a 160 cm.
• Elegir una almohada con la forma y el tamaño equivocados puede empeorar los problemas de cuello y espalda, lo que lleva a un peor descanso. Una almohada ergonómica ofrece un soporte óptimo para su cabeza, cuello y columna, de esta forma se reduce los ronquidos y se mejora la calidad del descanso.
• No hay que olvidar que el colchón y la almohada no es lo único importante, ha de acompañarse siempre de un somier y ropa de cama de calidad. La base de la cama influye siempre sobre las propiedades de cada colchón, debemos estar atentos a las características del mismo para elegir una base u otra.
• Otro factor que condiciona el relax de nuestro cuerpo es la postura adoptada en la cama. Existe unanimidad en el rechazo de la postura boca abajo puesto que puede producir lesiones y dificultar la respiración. Neil McKenna, fisioterapeuta del Instituto de Rehabilitación de Chicago, aconseja siempre el acompañamiento de almohadas. En caso de dormir boca arriba, sitúa la almohada debajo de las rodillas, y si es al revés, colócala bajo el abdomen. La postura ideal para dormir, según los expertos, es de lado, con las caderas y piernas flexionadas (posición fetal).
Vivimos en una sociedad con un dinamismo que puede llegar a ser agotador. Además, en los meses de verano solemos salir más y en general, aunque no trabajemos, nuestra actividad social aumenta. Por ello resulta vital que, al dormir, el cuerpo logre un descanso completo: es justo cuando nuestra reserva de energía se recarga y nuestro sistema nervioso se recupera de las presiones diarias. Todos estos condicionantes, acompañados de una media diaria de sueño que los expertos cifran en 8,16 horas, suponen un aumento en el nivel de relajación y un menor índice de estrés. Además, un placentero descanso ayuda a reducir la incidencia de otros problemas que pueden acarrear las alteraciones del sueño, por ejemplo, la ansiedad.