Hay muchas esperanzas depositadas en la cumbre Río+20, pero ¿en qué punto estamos en España en materia de eficiencia energética y sostenibilidad? ¿Cómo podemos alcanzar los objetivos que exige Europa como ciudadanos, empresas y país?

La cumbre Río+20 que tiene lugar este mes en Brasil girará en torno a dos grandes objetivos: situar la llamada economía verde dentro del marco internacional, dando forma al mismo tiempo al concepto de PIB verde, y revisar el marco institucional necesario para darle un nuevo impulso al desarrollo sostenible global.

 

Son metas ambiciosas, teniendo en cuenta la situación económica actual, sin embargo fomentar el desarrollo sostenible ha demostrado ser la única forma de reducir nuestro impacto negativo sobre el medio ambiente, además de una vía para ser mucho más eficientes energéticamente y como resultado reducir gastos. De hecho, si fuésemos capaces de optimizar las instalaciones adecuadamente España obtendría un ahorro de 222 millones de euros en lo que respecta a particulares y de 3.083 millones de euros en cuanto a Pymes. Además del conocido protocolo de Kioto (1992), se han establecido otras directivas europeas en este mismo sentido, como el ya popular Objetivo 2020; normativa bajo la cual la Unión Europea exige a los estados miembros reducir en un 20% la emisión de gases de efecto invernadero, ahorrar un 20% en el consumo de energía y aumentar el uso de energías renovables en un 20%, con las consiguientes sanciones si no se cumplen estos retos. La duda que surge al trasladar esta directiva al ámbito nacional es sencilla: ¿estamos preparados para alcanzar este reto en 2020?, ¿marcará algún punto de inflexión al respecto la Cumbre de las Naciones Unidas celebrada en Río este mes de junio?

Objetivo 2020 en España: ¿qué podemos hacer? Cuando quedan 8 años para el vencimiento del plazo, España se encuentra lejos de alcanzar los objetivos establecidos por la Comisión Europea, aunque bien es cierto que sí se han comenzado a dar los primeros pasos al respecto, tanto en el caso de particulares como a nivel empresarial. Un ejemplo de esto son los dos Decretos-ley aprobados por el Gobierno y que obligan a las viviendas, tanto de nueva construcción como a las ya existentes, a contar con una etiqueta de calificación energética que indique su nivel de eficiencia. La mejor manera de adaptarse a esta nueva certificación, pasa por optimizar las instalaciones y equipos que consumen energía, para lo que existen dos posibilidades: cambiar los equipos con los que ya contamos, lo cual supone un gasto para muchos ciudadanos y empresas inasumible actualmente, o bien, adaptarlos mediante equipos complementarios para aumentar su eficiencia energética. Otro aspecto fundamental dentro la consecución de estos objetivos y medidas exigidos es el fomento de las energías renovables, no sólo en cuanto a la reducción del CO2 emitido, sino también en materia de eficiencia y ahorro. Fuentes sostenibles de energía, como aerotérmica o la geotérmica, permiten ampliar el espectro de posibilidades a elegir.

Medidas prácticas y asequibles, por Groupe Atlantic Pero, ¿cómo aplicar estos objetivos en nuestro día a día? Groupe Atlantic propone las siguientes medidas encaminadas a aumentar la eficiencia energética y reducir las facturas a final de mes:

Optimizar las instalaciones de producción de ACS (Agua Caliente Sanitaria), calefacción y climatización en la vivienda ya que estos tres elementos suponen el 80% de la energía consumida en la vivienda, con el consiguiente gasto económico que conllevan. Puede lograrse cambiando los equipos actuales o incluyendo nuevos dispositivos sobre los ya existentes. La incorporación de fuentes de energía renovables como por ejemplo la aerotermia o la energía solar. Mejora del diseño de la instalación general y la configuración de los equipos, ya que estos factores influyen directamente sobre el rendimiento y la eficiencia total.

Para aplicaciones domésticas, Groupe Atlantic propone a través de su marca Thermor, el uso de bombas de calor para calefacción Alféa, y las bombas de calor para ACS Aéromax. Estos equipos son capaces de producir calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS), permitiendo reducir hasta un 80% el consumo energético en comparación con un equipo convencional. Para instalaciones de tipo colectivo, la marca Ygnis propone el recuperador de humos Totaleco, que acoplado a la caldera o calderas existentes permite recuperar la energía contenida en los humos de combustión, mediante la condensación del vapor de agua de los gases, incrementando de este modo la eficiencia del equipo existente hasta un 20%. Estos recuperadores de humos Totalteco, son soluciones prácticas y accesibles para mejorar la eficiencia en instalaciones donde se generan altos consumos energéticos. Con este tipo de equipos Groupe Atlantic propone soluciones eficientes que garantizan a su vez confort y calidad, sin perder de vista el uso responsable de la energía y la necesidad de contribuir cada vez más a que el Objetivo 2020 se convierta en una verdadera realidad.