Europa se ha convertido en un mercado muy atractivo para las Operadoras Móviles Virtuales (OMV). En 2006 entraron en el mercado español tras el gran éxito experimentado en los países nórdicos. Estos operadores abren un nuevo panorama de servicios personalizados dirigidos por ejemplo a colectivos gays, inmigrantes o familias. Y han tenido una buena acogida.

El gran auge de la telefonía móvil en Europa convierte al viejo continente en un mercado muy atractivo para las Operadoras Móviles Virtuales (OMV), por lo que en 2006 decidieron entrar en el mercado español tras el gran éxito experimentado en los países nórdicos. Estos operadores abren un nuevo panorama de servicios personalizados que hasta hora no existían (por ejemplo dirigidos a colectivos gays, inmigrantes o familias). Y su acogida ha sido tal que ocupan el segundo lugar en portabilidad y obtienen el 25% de nuevas altas.

Estos operadores virtuales se caracterizan por utilizar estrategias comerciales y tarifas que los Operadores Móviles de Red (OMR) no pueden ofrecer. Además, podemos distinguirlos en base a su estrategia de entrada al mercado: vinculados a una marca; vinculados a un operador fijo; de bajo coste; por su contenido; o por el nicho de mercado al que se dirigen. En España la penetración de los teléfonos móviles es extraordinario; hasta el punto que se ha alcanzado la conocida como “generalización total del móvil”, fenómeno en el que hay más líneas de móvil que habitantes.  

El dominio de los operadores tradicionales, o de red, es uno de los obstáculos más complicados de superar por los OMV; ya que durante muchos años se ha ido reduciendo el número de competidores hasta crear una situación de oligopolio. “Esto lo demuestra la venta de terminales bloqueados y los contratos de permanencia casi eternos que dificultan la entrada de nuevos operadores” indica  Miguel Carrasco, director general de LCR. Y añade: “Pero es que el quid de este negocio es convertir al competidor en un aliado, estableciendo una colaboración en la que ambas empresas ganen (modelo win-win). Así los OMR pueden incrementar su cuota de mercado y determinados  objetivos de clientes, disminuir los costes de adquisición de clientes y maximizar su capacidad de red”. Desde las OMV han sido múltiples las peticiones a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones intentando conseguir regular las portabilidades y la guerra de precios de una forma más transparente. La respuesta a esto fue la creación de una base de datos centralizada, financiada por los operadores y gestionada por la CMT de forma que agiliza los trámites y evita de posibles fraudes.  

“Esto supone que las OMV se han visto beneficiadas no solo por los conocimientos de las OMR, sino también sus puntos débiles y los cambios en las legislaciones de la CMT. Esta unión las convierte en una opción segura y atractiva ante los usuarios, cada vez más exigentes, y en muchos de los casos más económica; aspecto elemental y en ocasiones decisivo en los tiempos que estamos” concluye Carrasco.