No tiene nada que ver con el del estante del congelador o el que ayuda a enfriar un refresco. El hielo del Ártico cumple una función que va más allá: es una especie de regulador térmico. Forma parte de una cadena donde entran en juego varios factores determinantes para el futuro del planeta. Y se está derritiendo.

Imaginemos una superficie ocho veces la de España. Esto es aproximadamente lo que ocupó el hielo flotante en el Polo Norte el pasado verano. Pero, según datos de la NASA, desde finales de los setenta desciende un 10% por década.

 

No hay espacio para negacionismos, el debate se acabó. Hay datos de sobra para actuar¿Qué se juega el Ártico? El hielo refleja alrededor del 90% de la radiación que recibe, pero una vez fundido, el agua —al quedarse sin escudo—pasa a absorber más luz, y esto provoca un aumento de temperatura.

Aquí entran en juego palabras peligrosamente familiares, como ‘cambio climático’ o ‘calentamiento global’. Aunque un sector de la comunidad científica minimiza la responsabilidad del hombre, infinidad de estudios y expertos apuntan a este como causante de unas cifras alarmantes en el Ártico. "No hay espacio para negacionismos, el debate se acabó. Hay datos de sobra para actuar. La apuesta es un futuro totalmente renovable", afirma Sara Pizzinato (Greenpeace España).

 

Lo cierto es que el Ártico está en el punto de mira desde finales de los setenta, cuando arrancaron los estudios vía satélite. Hace apenas una semana, la Agencia Espacial Europea (ESA) presentó el primer mapa de la variación del espesor del hielo ártico a lo largo del invierno, gracias a su satélite CryoSat. Unos datos que serán clave para entender la evolución del deshielo. "Ocho o diez años serán mejor que cuatro o seis a la hora de contar con análisis de mayor fiabilidad. Pero nos servirá de mucho para muchos ámbitos", explica Miguel Canela, responsable de la Oficina de Mantenimiento de Satélites de la ESA. Radiografía

La precisión del CryoSat servirá para obtener la radiografía de una joya que se enfrenta a retos naturales y diplomáticos: las principales potencias ya miden sus fuerzas para hacerse con una zona que se estima que oculta el 20% de las reservas de petróleo del planeta. Aunque la ciencia no da una fecha exacta, sí se habla de que, a lo largo de este siglo elÁrtico será totalmente navegable en verano. Expertos consultados por 20minutos tienen claro que será "muy difícil llegar a un acuerdo" entre los países del entorno (EE UU, Rusia, Canadá, Dinamarca y Noruega). Ya hay proyectos de prospección en marcha, y un minisubmarino ruso llegó a dejar una bandera del país en mitad delÁrtico.

 

Si desaparece el hielo, el equilibrio se va rompiendoSimbólico o no, el acto fue una demostración de que diplomacia y negocio podrían pasar por encima de la ciencia en el Ártico. "Si desaparece el hielo, el equilibrio se va rompiendo", explica Canela para enfatizar la importancia de la zona sobre el clima. Ese equilibrio podría estar ya más que roto en lo que se refiere a las potencias, lanzadas a una carrera que ha llegado incluso a la ONU. El canario de las minas

Greenpeace unió fútbol y ciencia en una campaña para alertar sobre la situación del Ártico: cada tres minutos se derrite un Santiago Bernabéu en el Polo Norte. Y desde la organización se remiten también a otro símbolo popular para explicar el aviso que está dando el deshielo. "Es como el canario enjaulado en las minas. Si el animal moría era señal de que había una fuga de gas y tocaba evacuación inmediata", explica Pizzinato. Canela, por su parte, remarca que este hielo "es el mejor indicador en lo que se refiere al calentamiento global".

artículo vía http://sostenibleperdona.blogspot.com.es/2012/05/el-hielo-artico-se-derrite-y-deja-un.html