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A continuación os presentamos una serie de aspectos que deberíamos tener en cuenta a la hora de comprar un coche de segunda mano, para evitar complicaciones innecesarias.

La crisis económica ha tenido, entre otras consecuencias, un fuerte incremento en las ventas de coches de segunda mano, mientras que la venta de vehículos nuevos se reduce mes a mes. Además, de todas las operaciones realizadas, más de la mitad corresponden a ventas entre particulares, opción que permite conseguir mejores precios, pero que sin duda tiene sus riesgos, ya que la picaresca está a la orden del día. A continuación os presentamos una serie de aspectos que deberíamos tener en cuenta a la hora de comprar un coche de segunda mano, para evitar complicaciones innecesarias.

1. En primer lugar, no debemos dejarnos llevar por las apariencias. Existen coches con una carrocería impecable, que pueden transmitir la sensación de nuevos, o bien cuidados, pero que sin embargo, pueden tener un kilometraje excesivo, o incluso haber sufrido algún accidente que haya obligado a un repintado. La apariencia es importante, pero más aún lo será la fiabilidad de su mecánica.

2. En el caso de que carezcamos de conocimientos sobre la materia, se hace imprescindible llevar el coche a un taller de confianza donde puedan realizarle una revisión, de manera que tengamos la certeza de que no existen problemas importantes que nos puedan suponer en un futuro próximo desembolsos importantes.

3. No debemos olvidar revisar el estado de los neumáticos, así como asegurarnos de que el desgaste de los mismos sea uniforme. Unos neumáticos excesivamente desgastados deberán ser sustituidos en breve, y esto supondrá un gasto adicional.

4. Realizaremos además una prueba en carretera, fijándonos en cualquier ruido o vibración extraña. Además los frenos deberían actuar correctamente sin desviar el coche hacia ningún lado. Del mismo modo, soltando brevemente el volante, la trayectoria debería mantenerse recta. Observaremos además que el humo expulsado por el tubo de escape no sea de color azulado, lo que sería síntoma de que está consumiendo aceite.

5. Por supuesto, deberemos acudir a la Jefatura de Tráfico más cercana para solicitar el Registro de Vehículos, así como revisar toda la documentación del vehículo. De esta forma, podremos asegurarnos de que el coche está totalmente libre de cargas, que realmente pertenece al vendedor, la fecha de la primera matriculación, así como que se encuentre al corriente en el paso de la ITV. Una vez formalizada la compra disponemos de un plazo de 30 días para regresar a la Jefatura Provincial de Tráfico para transferir el permiso de circulación.

6. Por último, debemos tener en cuenta que como cualquier otro producto de segunda mano, un vehículo estará sujeto a una garantía de seis meses para compras entre particulares y un año si la compra se realiza en un concesionario especializado. Esta garantía nos protegerá contra cualquier problema oculto que se manifieste en dicho tiempo.

Como vemos, son muchas las precauciones a seguir, sin embargo, aunque laborioso, se trata de un proceso necesario para gozar de toda la tranquilidad necesaria a la hora de realizar una compra importante como es un vehículo.