Desde Hípica Vallromanes, en Barcelona, defienden esta pràctica porque los niños notan el contacto con el caballo como algo especial y el caballo les reporta numerosos beneficios emocionales y cognoscitivos

Montar a caballo ya no es solo una práctica deportiva o de ocio, para muchos niños se ha convertido en algo más. Entre el pequeño jinete y el caballo se ha forjado un entendimiento y una complicidad mutua que reporta muchos beneficios para la salud del niño.

Esta relación de “amistad” donde las palabras sobran, ha ido más allá. La práctica de este fabuloso deporte también está reportando efectos muy beneficiosos a personas afectadas por algún tipo de discapacidad, puesto que los movimientos rítmicos del caballo se han convertido también en un instrumento terapéutico.

El complejo Hípico de Vallromanes, ubicado en un entorno natural único a pocos kilómetros de Barcelona, es un club familiar fundado en 1985 que ofrece un gran abanico de servicios para el conjunto de los usuarios que utilizan sus instalaciones. Disponen de la escuela de equitación; pupilaje de caballos, para aquellas personas que necesitan alojar, alimentar y cuidar su caballo; colonias de verano para niños y niñas de diferentes edades, donde realizan un taller hípico y se les enseña cómo deben engrasar los cascos, organizar y poner las monturas y cabezadas o limpiar los caballos. Igualmente, realizan una clase práctica y volteo y finalmente se pueden relajar y refrescar en la piscina en compañía de otros niños bajo la supervisión de los monitores y un socorrista. En palabras de Ibán, Socio-Director de Hípica Vallromanes, “desde que se fundó en 1985 el complejo familiar hemos querido ir más allá y aportar valor añadido a nuestros clientes. Nuestro objetivo es ser más que una escuela de hípica, ofrecemos una gran variedad de servicios, entre ellos el pupilaje de caballos, y creemos fielmente en la relación que existe entre un caballo y una persona. Los niños son quienes mejor entienden al caballo y viceversa, es una relación de amistad y entendimiento mutuo. El contacto con estos animales no solo relaja al jinete, si no que también mejora las facetas terapéuticas a nivel cognitivo, comunicativo y de personalidad”. En Hípica Vallromanes cuentan con diferentes instalaciones y servicios para poner a disposición del cliente todo lo necesario para la práctica de este deporte. La equitación va más allá de una simple práctica, favorece la generación de procesos mentales, como la fijación de la atención, los mecanismos conscientes, y sobre todo las habilidades cognitivas finas, las que tienen que ver con la relación social.

Acerca de Hípica Vallromanes: http://www.hipicavallromanes.com/ Hípica Vallromanes es un club familiar que se fundó en 1985, ubicado en un entorno natural único a pocos kilómetros de Barcelona, ofrece un gran abanico de servicios de alta calidad para el conjunto de sus clientes. Disponen de una escuela de equitación con 90 boxes para alojar los caballos; servicio de pupilaje, para alojar, alimentar y cuidar los caballos; kilómetros de camino para hacer excursiones en plena naturaleza; 13 hectáreas divididas en 3 pistas, escuela, pista cubierta y pista de concurso, guadarneses, boxes y vestuarios. Además, también cuentan con un hotel rural con 12 habitaciones para varios acontecimientos.

Una de las actividades más importantes de Hípica Vallromanes son las colonias de verano, cuya filosofía es que la gente disfrute de la naturaleza a la vez que aprende a montar. En estos 25 años han vivido muchas experiencias y en 1992 colaboraron en las Olimpiadas.