Con la llegada de un nuevo año, la consultora jurídica y fiscal Álvarez Puga & Asociados se plantea los próximos retos.
Para el escritor guatemalteco Dionisio Gutiérrez “la economía del mundo estará luchando el próximo año por encontrar rumbo y estabilidad para crecer y respirar” Álvarez Puga & Asociados comparte este planteamiento.
El control de las deudas, la cordura fiscal y las medidas para reactivar las economías serán los grandes temas del 2012. Y la creación de empleo para aliviar la angustia de millones de seres humanos en paro debe ser un objetivo primordial.
Peor que las guerras, la crisis de los últimos años destruyó bienestar, capital y esperanzas. Las clases medias del mundo se vieron seriamente afectadas, la pobreza creció en muchos países y la desigualdad entre ricos y pobres aumentó. La conflictividad política subió, provocando, en algunas naciones, altos grados de inestabilidad y desacuerdo.
Los pobres son más pobres, los que ya tenían algo, sienten que lo están perdiendo; quienes tienen, no quieren más sino mejor, y así, las sociedades del mundo protestan, en silencio o en la calle, y sus líderes demuestran una débil capacidad para inspirar, dirigir o alcanzar consensos mínimos para resolver y avanzar.
Álvarez Puga apoya la afirmación de que estas circunstancias exigen más responsabilidad, compromiso y capacidad por parte de políticos y dirigentes, quienes, por sobre todo, deben preocuparse más por el bienestar de sus pueblos que de ganar elecciones; deben articular con más efectividad programas de apoyo para los más necesitados y crear las condiciones para reactivar sus economías.
La inestabilidad en Oriente Próximo, las amenazas nucleares de Irán, las correcciones económicas que vienen en los países emergentes, empezando por China, el frágil acuerdo fiscal europeo y el impredecible grado de conflictividad social en cada región, marcarán, según Álvarez Puga & Asociados, la forma y la velocidad en que la economía del mundo se recuperará y el nivel de estabilidad política con que enfrentará las próximos tiempos. Y esto, sin contar los fenómenos naturales que el nuevo año nos traerá.
Las amenazas son grandes pero también lo son las oportunidades. Y estas, como siempre, se aprovecharán si, y solo si, las elites de las sociedades y sus dirigentes dan un paso afirmativo, decidido y comprometido para sacar al mundo del impasse en que está.