Víctor Campón, doctor en bellas artes y master en medioambiente, vuelve a sorprender con un novedoso concepto escultórico, que concentra la singularidad del modernismo y la importancia de resaltar en el arte, los valores didácticos y de enseñanza. La sorprendente escultura de ocho metros de alto mezcla el arte moderno y la ciencia y no sólo tiene fines estéticos, sino también un gran valor didáctico y educativo.
El pasado año, Víctor Campón, llegaba desde Cáceres al puerto argelino de Oran para instalar los dos leones de bronce que escoltan su Centro de Convenciones. En aquella ocasión, las imponentes esculturas de dos metros, dieron la bienvenida a los primeros mandatarios de los países del mundo relacionados al mercado de los carburantes. “Respeto, poder, dignidad y magnificencia” fue el objetivo trazado como mensaje de los dos colosales leones. Objetivo rotundamente alcanzado, en el paseo marítimo de 80.000 m2, del país que alberga la muestra de pinturas rupestres más importante del mundo, clasificado Patrimonio Mundial por la Unesco y Reserva del Hombre y de la Biosfera desde 1986.
Hacia el mes de septiembre del mismo año, el estudio de arte de Víctor Campón, iniciaba un recorrido por España y países vecinos, con su muestra escultórica “Del Campo al Bronce”, en la que se plasmaron a tamaño real, momentos memorables de la naturaleza y el mundo cinegético. La muestra fue el centro de atención de público de todas las edades, y el deleite de los entendidos cazadores, que destacaron de las esculturas su sorprendente realismo, plasticidad y belleza.
Éste año, Víctor Campón, doctor en bellas artes y master en medioambiente, vuelve a sorprender con un novedoso concepto escultórico, que concentra la singularidad del modernismo y la importancia de resaltar en el arte, los valores didácticos y de enseñanza.
El grupo escultórico representa una jirafa a tamaño real, comiendo de las hojas de una acacia, escena memorable de África… Lo destacable de la obra es que se trata del esqueleto del animal, cuidadosamente reproducido por Víctor Campón, hueso por hueso. “ En esta escultura he intentado concentrar la importancia del ‘querer saber’ desde el origen, lo valioso de conocer la perfección con la que todo está dispuesto, lo enriquecedor que puede resultar aprender a leer de ese gran libro, siempre abierto ante los ojos de todos: la naturaleza”, destacó el escultor. “ Por otro lado, y en contraste, el árbol está realizado con materiales reutilizados y reciclados. La obra no sólo es moderna por el estilo y la estética, sino también por cumplir con las pautas primordiales de cuidado del medioambiente: reutilización, reducción y reciclaje”, añadió.
La imponente escultura, que alcanza los ocho metros de alto, se encuentra instalada en la plaza central de un importante safari park de la costa de Lisboa, en la localidad de Santo André. Éste parque temático de 90 hectáreas, inaugurado en 1.999, y segundo en Europa por afluencia de público y número de especies, está inspirado en África. Posee una importante y rica colección de animales de aquel continente, como así también infraestructuras de apoyo, restaurantes y merenderos, todos ambientados en África. Diariamente se realizan safaris de una hora de duración, durante los que se pueden observar a los animales sueltos. La jirafa de Víctor Campón será el objetivo de los miles de visitantes que se darán cita a partir de febrero, cuando el parque reabra sus puertas. "La creación de momentos de alegría únicos y memorables contribuyen a la formación de ciudadanos conscientes del medio ambiente ", es el lema del parque temático que exhibe la imponente escultura. Altiva. Solemne. Grandiosa como la naturaleza, la jirafa se eleva orgullosa en su hábitat, como si conociera la gran labor de enseñanza que realizará ante miles de personas.
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Lourdes Vies Maldonado
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