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Una etiqueta que indicarà las prestaciones de los neumàticos serà obligatoria a partir de 2012, facilitando así la vida a los consumidores a la hora de comparar marcas y modelos y elegir lo mejor para su coche.

El Reglamento europeo EC/1222/2009 introducirá a partir de noviembre 2012 en todos los países de la Unión Europea, la obligación de etiquetado específico de los neumáticos, para dar a los consumidores una información básica importante sobre tres parámetros fundamentales del rendimiento de los neumáticos: resistencia a la rodadura, adherencia en superficie mojada y el ruido en habitáculo.

El enfoque de esta etiqueta es similar a lo de las etiquetas energéticas existentes en aparatos tales como neveras y lavadoras. Sin embargo, la etiqueta de los neumáticos también incluye información sobre las prestaciones en temas de seguridad de los neumáticos. El objetivo de este nuevo etiquetado es mejorar la seguridad y la eficiencia económica y el impacto medioambiental del transporte por carretera a través del uso de unos neumáticos más seguros, que consumen menos combustible y tienen menores niveles de ruido. El primer factor que indica la etiqueta, la resistencia a la rodadura, afecta el consumo del vehículo y por lo tanto tiene un impacto directo sobre el medio ambiente. La mayor o menos calidad de un neumático con respecto a esta característica se indicará en la etiqueta con un símbolo de surtidor de gasolina al lado del neumático y una puntuación que irá desde un índice de clase A, el más eficiente, hasta uno de clase G. Este indicador proporciona información al consumidor sobre la eficiencia energética de los neumáticos y le indica su impacto sobre el medio ambiente en términos de emisiones de CO2. El segundo indicador, la adherencia al asfalto en superficie mojada, es un indicador clave del desempeño en términos de seguridad de un neumático y proporciona información sobre la distancia de frenado en carreteras mojadas. El símbolo que indica el agarre de un neumático en mojado es una nube con lluvia. Los efectos de la adherencia en superficie mojada sobre la seguridad vial es enorme: con unos neumáticos que proporcionan un excelente agarre en mojado, la distancia de frenado es significativamente más corta. La etiqueta tendrá que declarar cuál de las siete clases se ajusta a la cubierta. Las pruebas demuestran que, por un coche que viaja a 80 km / h, la distancia de frenado entre un neumático de clase A (la más corta) y uno de clase G (la más larga) puede variar hasta 18 metros. El último indicador, el que define el ruido exterior, también influye en el impacto medioambiental de los neumáticos. El icono que indica que el ruido exterior es un altavoz e indica la cantidad de ruido que produce un neumático mientras rueda sobre la superficie de la carretera. Este nivel de ruido debe ser expresado en decibelios y también a través de una indicación gráfica de “ondas sonoras”, lo que indica un vistazo a la cantidad de ruido. Una sola onda acústica marcado en negro representa el nivel más bajo de ruido, mientras que las tres ondas pintadas de negro indican que el ruido de los neumáticos es un el más elevado.

La introducción de una etiqueta estándar para los neumáticos proporciona a los usuarios una información objetiva, fiable y comparable sobre tres parámetros importantes de las ruedas. La nueva etiqueta ayudará a los usuarios tomar decisiones de compra más informadas, teniendo en cuenta las cuestiones que tienen un gran impacto en seguridad vial, beneficios económicos y medio-ambientales y pudiendo al fin comprar de forma clara los neumáticos de primeras marcas con los neumáticos baratos.