Adéntrese en un especacular e intrigante castillo
Hay infinidad de interesantes sitios que visitar si está haciendo turismo en Londres. Uno de los mas interesantes si duda, por su vallor histporico es la Torre de Londres.
Una de sus actividades destacadas es el tour Yeoman Warder, durante el cual podrá escuchar historias de intrigas, ejecuciones, torturas y encarcelamientos.
Los Yeoman Warders, apodados beefeaters (comedores de carne), constituyen toda una atracción y su historia data de nada menos que el reinado de Eduardo IV (1461-83).
Se cree que su apodo se debe a la posición que ocupaban en el cuerpo de guardaespaldas reales, que en tiempos les permitía comer toda la ternera de la mesa del rey que quisieran.
En el siglo XVI, los beefeaters cobraron fama por su mal comportamiento, cuando Sir John Peyton, teniente de la Torre de Londres, se quejó de que algunos hombres poseían cierta afición "al alcohol, los disturbios y las riñas".
Sin embargo, hoy en día se requiere que los Yeoman Warders hayan pasado al menos 22 años en las fuerzas armadas y cuenten con un historial impecable. Los miembros actuales han combatido en Irlanda del Norte, la guerra de las Malvinas, ambas guerras del Golfo y Afganistán.
Estos emocionantes tours duran aproximadamente una hora y empiezan cada 30 minutos cerca de la entrada principal.
Si visita la Torre de Londres, le recomendamos que eche un vistazo a la impresionante Torre Blanca, que originariamente fue construida para instaurar el miedo y la sumisión en los ciudadanos de Londres, así como disuadir ataques enemigos.
En la Torre Blanca, disfrutará de la oportunidad de probar armas antiguas y entender cómo se sentían los caballeros de la época. Podrá probarse un guantelete, levantar un mosquete, utilizar un arco e incluso blandir una espada.
Los tours de la Torre Blanca proporcionan información a los visitantes sobre la hermosa Capilla Real de san Juan, además de las famosas armaduras del monarca y déspota Enrique VIII.
Si le interesa aprender más sobre las armas y armaduras de figuras históricas, no debería perderse la exposición Fit for a King.
La exhibición abarca 500 años de impresionantes armaduras reales, que le permiten hacerse una buena idea de las personalidades, el poder y el tamaño de los famosos reyes de Inglaterra.
Los monarcas se colocaban la armadura cuando iban a luchar en una batalla, o participar en una justa.
Entre los artículos destacados de la exposición se encuentra una armadura plateada, fabricada alrededor del año 1515 y que se cree que fue uno de los primeros objetos forjados en el taller real de Greenwich de Enrique VIII.
Sus adornos conmemoran la boda del rey con Catalina de Aragón, su primera reina, y muestran las iniciales de la pareja feliz junto con las rosas de la familia Tudor y las granadas de su nativa España.
Otra pieza impresionante es la armadura de presentación, regalo diplomático que Tokugawa Hidetada de Japón hizo a Jaime I en 1613.
Y, por supuesto, en su visita a la Torre de Londres no puede perderse las Joyas de la Corona, que incluyen coronas de antiguos y actuales soberanos, consortes y príncipes de Gales.
Se trata de la mayor colección de joyas de la corona del mundo. Algunos de los artículos pertenecen a la Familia Real actual, y aparecen marcados con la nota “in use” (en uso).
La colección abarca cetros, orbes, anillos, espadas, espuelas, brazaletes y túnicas, y contiene un total de 23.578 piedras preciosas.
Los diamantes más famosos del mundo, el Cullinan I y el Koh-i-Noor, también forman parte de la colección.
Dado el variopinto pasado de estos valiosos artefactos, es sorprendente que permanezcan en la Torre de Londres.
Al parecer, el rey Juan perdió las Joyas de la Corona en 1216, antes de que Eduardo III las usara para pagar a sus tropas en el siglo XIV.
Enriqueta María, la esposa de Carlos I, las empeñó a comienzos de la guerra civil.
Después, Oliver Cromwell ordenó que las hicieran pedazos como símbolo de la destrucción de la monarquía.
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