Los movimientos culturales y migratorios describen sus zonas
San Francisco es considerada la ciudad de Norteamérica más europea. Es un destino atractivo incluso para quienes no tienen a los Estados Unidos entre sus prioridades viajeras. Una mezcla de culturas forjada por cientos de generaciones desde que los españoles la fundaran en 1776 y la pusieran su nombre en honor a San Francisco de Asís.
Hoy San Francisco cuenta con barrios que tuvieron un gran protagonismo en movimientos culturales y ideológicos en la segunda parte del siglo XX, como el movimiento hippie o el movimiento homosexual, pero además, de otros barrios que tomaron la forma de sus inmigrantes -como Little Italy o Chinatown- y por los que merece la pena pasear para conocer la ciudad, más allá de las visitas al Golden Gate o Alcatraz.
Quizá el barrio más mítico de San Francisco sea Haight- Ashbury, hogar del movimiento hippie a finales de los 60 y de algunos de sus representantes culturales como Janis Joplin. Un barrio que sorprende por el colorido de sus casas, tiendas de segunda mano y restaurantes. Ligado a otro movimiento literario que influyó en gran medida al movimiento hippie, se encuentra el de la generación beat, liderada por autores como Jack Kerouac o Allen Ginsberg. Little Italy, barrio tradicional de inmigración italiana en la ciudad, fue el refugio de estos escritores y hoy en día es lugar de peregrinación para los seguidores de obras como En el camino de Kerouac. La librería City Lights, fundada en 1953 por el poeta Lawrence Ferlinghetti, se hizo famosa cuando el autor tuvo que ir a juicio por publicar una obra de Ginsberg, considerada obscena.
Otro barrio de lo reivindicativo es el de Castro, considerado el núcleo gay de San Francisco, ciudad pionera en los movimientos de defensa de derechos homosexuales en los años 70 encabezados por el político Harvey Milk. Unas décadas antes, el barrio era conocido como “Pequeña Escandinavia” debido a la inmigración noreuropea.
Algunos otros núcleos se caracterizan por el número de inmigrantes que han hecho su pequeña ciudad, siendo posible disfrutar de gastronomía, productos, cultura y compañía de sus gentes. Es el caso de Chinatown, Mission (el barrio latino de San Francisco, aunque el español se escuche en gran parte de la ciudad), o Japantown.