El Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC) ha aprobado en estos días, y de manera definitiva, la nueva ley de seguridad vial que entrará en vigor a partir de 2022
Las novedades introducidas establecerán la obligatoriedad de los dispositivos de seguridad dentro de todos los automóviles nuevos que se comercialicen en la UE, como el alcoholímetro integrado que servirá tanto para alertar al conductor de su tasa de alcoholemia como para bloquear el encendido del motor si este alcotest indica una tasa superior al límite predeterminado.
El objetivo es seguir garantizando un alto nivel de seguridad en las carreteras europeas, las más seguras del mundo según las estadísticas con solo 49 víctimas en accidentes de tráfico por millón de habitantes frente a las 147 de la media mundial.
Otro factor determinante para reducir las consecuencias mortales o negativas de las colisiones es, sin duda, la seguridad vial pasiva.
Esta categoría incluye los dispositivos diseñados para absorber y gestionar la energía cinética del vehículo y de los ocupantes en el momento del impacto, en todos los amortiguadores de impactos, terminales de barrera y dispositivos tecnológicos para el control de los choques.
Se trata de elementos fundamentales para proteger con eficacia la integridad de los usuarios de las carreteras, cuya realización exige una combinación de investigación, desarrollo, formación y alta formación capaz de lograr unos productos eficientes y fiables.
Un ejemplo significativo es SMA Road Safety, una empresa italiana que forma parte de Ams Group Industry y que, bajo la dirección del empresario y CEO Roberto Impero, ha conseguido prestigio y proyectos millonarios en 36 países de todo el mundo.
El mapa de aprobación de la empresa italiana muestra contratos de gran entidad en todo el planeta.
Es imposible no comenzar por la colaboración con el grupo Yapi Merkezi que ha implicado a SMA en el monumental proyecto del Túnel Eurasia de Estambul, la famosa vía subterránea de 14,6 km que atraviesa el Bósforo a una profundidad de 100 metros bajo el nivel del mar, pasando por los trabajos realizados en la construcción de las modernas autopistas de Doha (Catar) y las griegas Ionia Odos y Egnatia Odos.
Tras el reciente éxito en Rumanía, donde la renovación de carreteras y autopistas ha garantizado a SMA un contrato de 4 años por 7 millones de euros, la excelencia del Made in Italy ha sido elegida para importantes infraestructuras en España, en concreto en las ciudades de Barcelona, Cádiz y en los túneles de Miravete.
Las nuevas actuaciones en materia de seguridad vial pasiva reforzarán un aspecto en el cual ya destaca la red viaria española.
Y es que gracias a la disminución progresiva y constante de la mortalidad en carretera, España se ha distinguido como el mejor país europeo en el ámbito de la seguridad, si bien presenta una carencia específica en cuanto al uso de amortiguadores de impactos.
Preocupan especialmente los terminales de barrera a tierra, muy extendidos en todo el país y que se convierten en auténticas rampas de lanzamiento para los vehículos que impactan contra los mismos.
Entre los dispositivos que ha instalado la empresa italiana en España, en el marco de una colaboración que se inició en 2016, dos en particular llamaron inmediatamente la atención por su solidez y calidad innovadora.
Por ejemplo, Leonidas, uno de los amortiguadores de impactos con mayor rendimiento al estar probado a 130 km/h, una velocidad superior a la establecida por la normativa europea que se queda en 110 km/h, y con pruebas de choque en las que se usó una furgoneta pick-up de 2 000 kg en lugar de un turismo con un peso claramente inferior.
O el terminal Ermes, certificado también como amortiguador de impactos, que se puede instalar tanto en vías sin asfaltar como en asfalto o cemento en solo 60 minutos, y que es el único terminal de barrera europeo probado también en SUV de dos toneladas.
Todo ello en beneficio de automovilistas y motociclistas.