El número de seguidores y, sobre todo, la cantidad de ‘me gusta’, se han convertido en un termómetro de popularidad no solo para marcas e influencers, sino también para los más jóvenes. Cada día se dan más de 4.000 millones de likes en Instagram, según los últimos datos de la agencia Omnicore. Esto ha provocado que se hable de un nuevo perfil, la ‘Generación Like’, para hacer referencia a aquellos para los que el mundo digital llega a tener tanta o más importancia que la vida real.
Esta es la realidad que viven los jóvenes nacidos a partir de 1994 y que han adoptado el like o el retweet como un símbolo de valor, reconocimiento e, incluso, autoestima. Piensan mucho en los resultados del contenido que publican y, si no alcanzan lo esperado, lo consideran un fracaso. De hecho, Instagram ya está haciendo pruebas para ocultar el número de likes en las publicaciones y así reducir la obsesión de los jóvenes por estos corazones, como explicaron en la última conferencia de Facebook.
Teniendo en cuenta esta situación, Qustodio, plataforma de seguridad y bienestar digital para familias, ha querido analizar las características de esta ‘Generación Like’ así como su relación con las redes sociales y las posibles consecuencias de ello:
- Inmediatez a cualquier precio. Están acostumbrados a la rapidez de Internet, lo que provoca que se frustren si las fotos que suben a Instagram no reciben muchos likes o visualizaciones en sus stories al poco de publicarlas o si no les responden rápidamente en WhatsApp.
- Un perfil hiperconectado. Si los millennials destacan por su rápido aprendizaje de la tecnología, los pertenecientes a la ‘Generación Like’ son los verdaderos nativos digitales. Crecieron con el auge de las redes sociales, por lo que no es raro que pasen en ellas una media de 1 hora y 24 minutos al día, según el informe anual de Redes Sociales 2018 realizado por IAB Spain.
- Instagram, su piedra angular. Es ésta su red social favorita. De hecho, los jóvenes españoles de entre 12 y 17 años prefieren usar Instagram a jugar con videojuegos o ver películas y series, según el estudio ‘Menores e Internet: la asignatura pendiente de los padres españoles’ de Qustodio.
- Los likes como recompensa. Esta es la principal conclusión de un análisis llevado a cabo por la Universidad de California que revela que el placer que provoca al cerebro de un adolescente el conseguir una gran cantidad de likes se asemeja a lo que siente al recibir dinero.
- Redes y salud. 1 de cada 5 jóvenes se despierta de madrugada para comprobar sus redes sociales, según una encuesta de la Royal Society for Public Health de Reino Unido. Esto genera trastornos de sueño, pero no es la única consecuencia grave que tiene esta obsesión. De hecho, este mismo estudio señala que el temor a no ser lo suficientemente popular en Instagram y otras redes puede derivar en falta de autoestima, ansiedad e incluso depresión.
María Guerrero, psicóloga experta de Qustodio, destaca que “el grado de dependencia emocional y psicológica que pueden alcanzar los chicos es alta pues la búsqueda de la aprobación de los demás se convierte en muchos casos en una obsesión o en una adicción. Por ese motivo, es fundamental establecer unas normas y utilizar herramientas de supervisión como Qustodio que permitan a los padres entender cuánto tiempo y qué uso hacen los chicos de la tecnología”.