Líderes de diferentes expresiones espirituales se reunieron en la Sede de Scientology Bogotá para celebrar una plegaria interconfesional en defensa de la Libertad Religiosa
Los líderes religiosos, queriendo demostrar su solidaridad para con la Iglesia de Scientology, intercambiaron ante más de 100 personas, plegarias y reflexiones alusivas a la Libertad Religiosa, en las que resaltaron la necesidad de valorar todas las acciones que las comunidades de fe hacen por el bienestar de la sociedad y para mejorar el entorno.
Entre los ministros de culto que participaron de la plegaria interreligiosa estuvieron: el doctor Muhammad Sadiq,líder de la Mezquita Al-Reza; el reverendo Juan Bautista García, Director de Asuntos Públicos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; monseñor Orlando Salamanca, obispo de la Iglesia Anglicana Regina Apostolorum (Comunión Anglicana Libre); el padre Fabio Camacho, Vicario Episcopal de la Iglesia Misioneros Véteros de Nuestra Señora de la Alegría; Eka Kanta Das, representante de Krishna West Colombia; Xiomara Parra, vicepresidenta de la Comunidad Wicca Colombia; la A'jkij Malati Díaz, sacerdotisa del Pueblo Maya en Colombia; el rabino Richard Gamboa, Manhíg de Shéguel (Judaísmo Liberal) y Secretario General del Cabildo Interreligioso de Colombia; Julio Jaimes, ministro ordenado de la Iglesia de Scientology Colombia, y Paola González, Presidenta de la Iglesia de Scientology Colombia.
Después de la ceremonia, los líderes religiosos firmaron una declaración conjunta en la que exhortaron a la ciudadanía en general a velar por el respeto a las libertades de culto, de religión y de conciencia, que son reconocidas por las normas internacionales de Derechos Humanos y por la Constitución Nacional de Colombia.
En la Declaración conjunta firmada, los líderes de fe invitan a la opinión pública a entender que la Libertad Religiosa es la base de todos los derechos humanos; que cuando ésta es censurada o restringida, también lo son todas las demás libertades y derechos. Todos los religiosos congregados hicieron un llamado a la cultura del respeto, a la paz, a no aceptar la apología del odio y la intolerancia religiosa contra ninguna comunidad de fe, creyentes o no creyentes.