El mundo de Internet ha revolucionado casi todos los sectores, y el de los sex shop no podía ser menos. La red se ha convertido en el medio principal de venta de este tipo de productos, que consiguen que los consumidores disfruten de una discreción extra, además de mayor tiempo para elegir su adquisición sin la vergüenza característica que muchos sufren en este tipo de tiendas. En 24-48 horas el cliente recibirá el pedido en su domicilio.