Según explica Carme Castro, coach y socia de Kainova, “asumir el rol de líder y ser un buen líder provoca que su equipo crea y confíe en él y, en consecuencia, personas dispuestas a trabajar, motivadas, produciéndose una cohesión de equipo que le permitirá enfrentarse a situaciones de crisis con más posibilidades de superarlas”.