Qinera, empresa líder en soluciones innovadoras de tecnología inclusiva, da un paso decisivo en la atención al paciente de las Unidades de Cuidados Intensivos con la implementación de su innovador sistema multisensorial para hospitales, revolucionando la forma en que se trata y acompaña a los pacientes críticos.
Este sistema, que ya ha sido instalado en las UCI del Hospital Universitario de Bellvitge —por las que pasan 1.400 pacientes/año aproximadamente—, marca un antes y un después en el enfoque terapéutico, transformando la tradicional experiencia fría y aislante de las UCI en una que promueve el bienestar físico, emocional y cognitivo. La aplicación de esta tecnología avanzada en las UCI representa una innovación que Qinera ya había implementado con éxito en entornos educativos y terapéuticos de todo el país, además de en unos 35 países, beneficiando a personas con discapacidad, personas mayores, y niños, proporcionando experiencias sensoriales que fomentan su desarrollo, rehabilitación, y bienestar.
Un bosque en una UCI: Innovación para los sentidos
El Hospital Universitario de Bellvitge ha sido el primero en integrar este proyecto de innovación y tecnología multisensorial de Qinera en los 64 boxes de su UCI. Este proyecto, financiado por el Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de Catalunya, tiene como objetivo transformar el entorno hospitalario en una experiencia más humanizada y menos traumática para los pacientes críticos.
El sistema permite a los profesionales de la salud personalizar los entornos de cada paciente mediante el uso de luces, sonidos, proyecciones y vibraciones. Se pueden simular escenas inmersivas como un bosque, el mar, o incluso proyecciones personalizadas de fotografías y recuerdos, generando experiencias únicas para cada paciente. Desde evocar la serenidad de un bosque hasta la calma del mar, el objetivo es reducir la sensación de aislamiento característica de las UCI y mejorar la estancia hospitalaria.
El Dr. Francesc Esteve, jefe de la Sección de Medicina Intensiva del Hospital Universitario de Bellvitge, destaca el impacto de esta tecnología en el tratamiento de pacientes críticos: "Este entorno con estimulación sensorial visual, auditiva y táctil permite trabajar en la prevención del delirio y la modulación de los estímulos dolorosos, ayudándoles a restablecer su ritmo circadiano y mejorando su percepción del día y la noche. Además, facilita iniciar de forma precoz el tratamiento de rehabilitación, con el fin de recuperar, en la medida de lo posible, el estado del paciente previo a su ingreso".
Revolución en los cuidados intensivos
Esta iniciativa es única en el mundo y representa un cambio radical en la forma de entender los cuidados intensivos. El proyecto cuenta con un software que coordina y sincroniza la estimulación somato-sensorial del paciente, además de tabletas digitales, ordenadores, un sistema de iluminación LED sincronizado, un sistema de estimulación vibroacústica sincronizado y pantallas de televisión. El sistema es controlado por un único dispositivo que gestiona todos los elementos de la sala, ofreciendo infinitas posibilidades de interacción.
Una de las funciones más básicas es la adaptación al ritmo circadiano, utilizando niveles de luz y música que ayudan a los pacientes a mantener la noción del tiempo, algo crucial en estancias prolongadas. Además, este sistema también abre nuevas oportunidades terapéuticas que están comenzando a ser exploradas.
Se emplean técnicas protocolizadas de estimulación cognitiva, trabajando funciones como la percepción, el razonamiento, la memoria y la orientación espacial y temporal. "Estimulando áreas cerebrales relacionadas con la percepción sensorial, el control motor, la cognición, las emociones y la comunicación", añade el Dr. Esteve. Estas técnicas de estimulación multisensorial se aplican incluso en procedimientos invasivos frecuentes en pacientes críticos, como la inserción de catéteres o la realización de cuidados habituales.
Otro aspecto clave del proyecto es la incorporación de la figura del terapeuta ocupacional en el equipo de la UCI, integrando tecnología avanzada con el tratamiento individualizado.
La importancia de los entornos multisensoriales en las UCI
Las UCI son entornos diseñados para preservar la vida, pero a menudo resultan estresantes tanto para los pacientes como para sus familias. La falta de estimulación sensorial, el aislamiento y la limitación de interacción con el entorno contribuyen al desarrollo del síndrome post-UCI, que afecta a entre el 30% y el 50% de los pacientes tras su alta. Esta condición se manifiesta a través de síntomas físicos, cognitivos y emocionales que impactan significativamente la calidad de vida.
El sistema multisensorial de Qinera está diseñado para mitigar estos efectos mediante estímulos visuales, auditivos y táctiles que conectan a los pacientes con su entorno. Esta interacción ayuda a reducir la ansiedad, el delirio y la desorientación, y estudios previos han demostrado que este tipo de entornos favorecen la regulación de los ciclos circadianos, reducen el estrés y promueven la recuperación física y cognitiva.
Beneficios tangibles para la salud de los pacientes
El trabajo conjunto de Qinera y el Hospital Universitario de Bellvitge representa un verdadero punto de inflexión en la atención sanitaria dentro de las UCI. Rafael Justel, adjunto a la dirección de enfermería del hospital, comenta que esta iniciativa refleja el compromiso con un enfoque más humanizado: "Hemos hecho una apuesta por una UCI más abierta, amable y confortable para pacientes, familiares y profesionales. Aparte de cuidar las funciones vitales, cuidamos la parte emocional y social del paciente".
Tras un año desde la primera implementación del sistema multisensorial en el Hospital Universitario de Bellvitge, este ya está mostrando resultados prometedores. Maria Miñana, terapeuta ocupacional del hospital, destaca que la integración de estos entornos multisensoriales no solo mejora el estado emocional de los pacientes, sino que también facilita la rehabilitación física: "Lo que se busca es reducir las secuelas y recuperar al máximo las capacidades para que el paciente pueda salir lo mejor y más autónomo posible". Además, la estimulación cognitiva a través de técnicas como la proyección de imágenes y la reproducción de sonidos relajantes está demostrando ser una herramienta eficaz para mantener y recuperar habilidades esenciales como la memoria y la orientación. La clave del éxito de este sistema radica en su capacidad para personalizar el tratamiento de cada paciente. A través de un control detallado de los estímulos, los médicos y terapeutas pueden ajustar las condiciones ambientales a las necesidades de cada caso.
Qinera y los espacios multisensoriales: En un hospital, una escuela o una prisión
Más allá de su labor en las UCI, Qinera está liderando la implantación por todo el mundo de las salas multisensoriales, que se han convertido en una herramienta terapéutica esencial para personas con discapacidad, mayores con deterioro cognitivo y pacientes en hospitales y centros de atención.
Aunque estas instalaciones son todavía nuevas en el contexto hospitalario, Qinera ha diseñado e instalado unos 1.000 espacios sensoriales por todo el mundo en centros de día, residencias, escuelas, bibliotecas, y ampliando actualmente a bibliotecas, museos, aeropuertos, negocios como peluquerías e incluso prisiones. Hasta la fecha, la empresa ha distribuido su tecnología en más de 35 países, y su objetivo es claro: llevar los beneficios de la estimulación sensorial al mayor número de personas posibles para que puedan mejorar su calidad de vida a través de esta tecnología.
El impacto de estas salas es ya palpable en los centros que las han adoptado. Pacientes con condiciones severas, como parálisis cerebral, están utilizando tecnología avanzada que les permite interactuar con su entorno a través de la mirada, revelando capacidades cognitivas que anteriormente no podían demostrar. Terapeutas y logopedas confirman que estas salas no sólo mejoran el estado emocional de los usuarios, sino que también estimulan el lenguaje y la capacidad de atención, proporcionando beneficios tanto a nivel terapéutico como educativo.
Qinera sigue comprometida con su misión de liderar la innovación en el campo de la tecnología inclusiva, no solo en las UCI, sino en todos los espacios donde la tecnología multisensorial puede marcar una diferencia en la vida de las personas. La compañía continúa explorando nuevas formas de integrar esta tecnología en áreas como la rehabilitación física, el cuidado de personas mayores y el bienestar emocional de personas con discapacidades.
Espacios de estimulación personalizada
Las salas multisensoriales de Qinera han surgido como una herramienta clave para fomentar el bienestar y la rehabilitación de personas con diversas necesidades, como discapacidades físicas, cognitivas o sensoriales, así como para pacientes en hospitales y centros especializados. Estas salas, lejos de ser simples espacios tecnológicos, son entornos terapéuticos cuidadosamente diseñados que permiten a los usuarios interactuar con su entorno de una manera completamente inmersiva y adaptada a sus capacidades y objetivos específicos.
Cada sala multisensorial es un espacio único, configurado para atender las necesidades concretas de sus usuarios. La flexibilidad de estas salas reside en su capacidad para combinar distintos elementos, como luces, sonidos, texturas, proyecciones y vibraciones, ofreciendo así un abanico infinito de posibilidades. Ya sea un entorno relajante o uno estimulante y dinámico, las salas se ajustan a los requisitos terapéuticos en función de la situación de cada usuario.
Qinera, a través de sus profesionales, se asegura de que cada sala esté equipada con la tecnología adecuada para proporcionar una experiencia controlada y supervisada, en la que el usuario pueda experimentar diferentes niveles de interacción, siempre adaptados a sus capacidades. Así, se crean espacios inmersivos donde, con solo pulsar un botón, es posible transformar el ambiente y generar estímulos que potencian tanto la rehabilitación física como cognitiva.
Además, el enfoque de Qinera no es sólo crear salas multisensoriales interactivas, sino que también permite que estas sean escalables y personalizables. Los centros pueden empezar con un solo elemento, como un tubo de luz o una fibra óptica, y poco a poco ir ampliando el espacio sensorial, incorporando nuevos dispositivos hasta construir un entorno completo y totalmente inmersivo. Esta flexibilidad permite que los centros adapten sus recursos en función de sus presupuestos y objetivos terapéuticos, manteniendo siempre un enfoque progresivo y orientado al usuario.
Las salas con tecnología SHX, una de las innovaciones más destacadas de Qinera, representan el máximo exponente de la tecnología multisensorial. Estas salas son capaces de combinar de manera sincronizada diversos estímulos, creando una experiencia totalmente envolvente. La tecnología SHX permite que toda la sala se transforme según las necesidades del usuario, ofreciendo un control absoluto sobre los estímulos que recibe. No solo el terapeuta puede controlar el entorno, sino que, en algunos casos, el propio usuario puede interactuar directamente, experimentando de primera mano los efectos de su interacción con el espacio.
El objetivo final de estas salas es doble: proporcionar un entorno que, además de ser terapéutico, sea educativo y lúdico, donde el usuario no solo se beneficie físicamente, sino que también desarrolle habilidades cognitivas y emocionales. Al ofrecer un espacio controlado pero flexible, estas salas permiten intervenciones terapéuticas dinámicas y adaptativas.
La capacidad de transformar cualquier espacio en un entorno sensorial adecuado a las necesidades del paciente es lo que convierte a estas salas en una innovadora herramienta terapéutica que mejora la calidad de vida.