Algo raro ocurre en Apple, una empresa que hasta ahora había estado a salvo de las críticas internas: los usuarios y fans de la marca no solían tener mala opinión de ninguno de los movimientos de la firma, pero todo ha cambiado con los MacBook Pro.
Los nuevos portátiles de gama alta han traído la Touch Bar como principal innovación, pero muchos usuarios se quejan de que ha sido mucho más lo que Apple les ha quitado que lo que les ha dado. Adiós a los puertos USB tradicionales, adiós a MagSafe, adiós a las ranuras SD... Apple se ha convertido una empresa que fabrica dongles —dicen algunos— y que curiosamente también fabrica smartphones y ordenadores.
Este MacBook Pro tiene poco de Pro
La renovación de los portátiles de Apple era una de las más esperadas de los últimos tiempos, sobre todo porque hacía mucho que Apple no le daba un poco de cariño a sus equipos. La cosa no solo decepcionó por lo presentado, sino también por lo que no se presentó: no hubo novedades en otros equipos como los iMac o unos Mac Pro que parecen especialmente abocados al olvido por parte de la empresa de Cupertino.
Those complaining about Apple's current Mac lineup are not haters, they're lovers. They've spent 10+ years and 5+ figures on Macs.
— Jeff J. (@lapcatsoftware) 29 de octubre de 2016
Las críticas al MacBook Pro no dejan esconder el hecho de que Apple ha logrado ofrecer características tradicionalmente destacables en estos equipos, como las que afectan a su construcción o a su pantalla. Sin embargo esas nuevas dimensiones también han obligado a decisiones que algunos consideran discutibles, como el nuevo teclado con una nueva iteración del mecanismo Butterfly que debutó en los MacBook o el hecho de no incluir algunos puertos que eran de mucha ayuda para usuarios profesionales y generales.
Esa ha sido probablemente la mayor crítica a estos equipos. Más allá de no incluir por micros Kaby Lake —Intel aún no tiene preparados los que Apple necesitaría para estos equipos— o no poder tener más de 16 GB de RAM —para ahorrar batería, indican los responsables de la compañía—, el problema de estos equipos era que no eran lo "pro" que muchos profesionales esperaban.
No solo por esas dos limitaciones, sino por el hecho de que de repente uno tendría que utilizar el equipo con un buen montón de dongles para poder conectar sus dispositivos externos. Sin mencionar el hecho de que por mucho potencial que tenga la Touch Bar, no se podrá utilizar fácilmente en flujos de trabajo profesional en los que estos equipos se conectan a varios monitores externos. De hecho el usuario tradicional que cierra el equipo para utilizarlo conectado a un monitor, teclado y ratón externo también perderá la opción de usar ese elemento.
Schiller dice una cosa, las rebajas otra
A esta singular situación, desconocida para Apple, se le unen otros factores. Phil Schiller, uno de los máximos directivos de Apple, presumía recientemente de cómo los nuevos MacBook Pro han sido las máquinas profesionales más reservadas de toda la historia de Apple. Jamás tantas personas habían pagado ya su unidad de este ordenador antes de su lanzamiento.
Si eso es así, si efectivamente Apple va a vender estos equipos mejor que nunca, ¿por qué toman la decisión de rebajar temporalmente el precio de diversos dongles y también los nuevos monitores LG Ultrafine con resoluciones 4K y 5K?
Este tipo de medidas no tiene precedentes en Apple, que probablemente ha tenido que tomar esta decisión tras el elevado número de críticas y comentarios negativos sobre esa ausencia de puertos tradicionales y esa ruptura total y repentina con lo que habían sido hasta ahora los MacBook Pro.
Nos quejamos de que Apple no innova, pero cuando lo hace la ponemos a caldo
Quienes defienden ese argumento dejan claro la ironía: nos quejamos de que Apple no innova, pero cuando lo hace la ponemos a caldo. El argumento es tan válido como los que sostienen las críticas, y mientras que para muchos Apple simplemente sigue su filosofía en esa ruptura con el pasado —ya lo hizo con la disquetera o la unidad de DVD, por ejemplo— para otros la transición ha sido demasiado drástica.
De hecho la situación recuerda a la que hizo que Lenovo le gastase una broma ejemplar a Apple en 2008. Aquel fue el año del lanzamiento del prodigioso MacBook Air, y en aquella presentación Steve Jobs nos dejó a todos boquiabiertos al sacar el equipo de un sobre de correos que dejaba clara la delgadez del equipo. Aquello podía verse de otra forma, que es lo que hizo Lenovo.
Lo que Lenovo apuntaba con mucha mala baba es lo mismo que muchos criticarían hoy en día, pero una cosa es cierta: Apple acabó teniendo razón con el diseño del MacBook Air, que se convirtió en referencia e inspiración absoluta para otros fabricantes que adaptaron aquellas líneas o directamente las copiaron a posteriori. No solo eso: también otros siguieron la estela de los de Cupertino al eliminar temas como la unidad de DVD o conectores que limitaban el diseño como el célebre Ethernet.
¿Ocurrirá lo mismo con los nuevos MacBook Pro? Podría ser, pero es evidente que una vez más Apple ha planteado el cambio de una forma demasiado radical incluso para los que son fans y usuarios clásicos de esta plataforma.
Algunos lamentan además otras decisiones, como el hecho de abandonar aparentemente para siempre los citados MacBook Air. De repente los usuarios no tienen muchos escalones intermedios: o eliges un MacBook, o eliges un MacBook Pro "básico". La renovación del MacBook Air hubiera añadido esa tercera opción para aquellos que siguiesen valorando los "viejos" portátiles de Apple, y hubiera dado opción a una transición algo más suave.
A todo ello se suma el hecho de que los precios de los nuevos equipos son elevados y no incluyen en ningún caso algún tipo de adaptador o dongle que por ejemplo facilitara la conversión de USB a USB-C, algo que curiosamente sí hicieron con el iPhone 7 y la eliminación del puerto de auriculares. ¿Por qué en los iPhone sí hay adaptador, y en los MacBook Pro no?
Demasiadas preguntas sin respuestas. Demasiadas dudas. Y sobre todo, demasiadas críticas. Y no de los tradicionales haters, no. Que el MacBook Pro sea mal visto por los que hasta ahora amaban Apple sin reservas es preocupante. Veremos quién tenía razón, si Apple o sus usuarios.
La noticia "Apple cuidado: que las críticas al MacBook Pro vengan de tus propios fans puede ser muy grave" fue publicada originalmente en Xataka.