Tenerife, 25 de abril de 2011.¬- La franquicia Crepería La Boheme inaugura la temporada de más clientes del año con una subida en las ventas. A pesar del mal tiempo que ha hecho en casi toda la península, las islas Canarias, donde esta franquicia cuenta con cuatro establecimientos, han gozado de muy buena climatología, lo que ha permitido a la crepería contar con más público aún del habitual.
En total, las ventas durante estos días han aumentado un 3 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior; un dato que hace ver con optimismo los próximos meses, a pesar de la situación de crisis económica que soporta el país. De hecho, según el gerente de La Boheme, Thierry Carayol, “estas cifras auguran un verano de importantes éxitos”.
Desde que en 1996 La Boheme abrió su primer establecimiento en El Médano, este restaurante especializado en crepes y ensaladas no ha hecho nada más que crecer. Bajo el concepto de comida rápida, sana, de calidad y a precios moderados, la Crepería LA BOHEME se ha convertido en un referente para el paladar de los habitantes de la isla de Tenerife. Por ello, el objetivo de su creador es consolidarse como franquicia, 13 años después de sus comienzos, para que el resto del mundo pueda conocer sus productos, empezando su expansión por la península.
Su continuada apuesta por la innovación (con avances técnicos como un pulsador para que el cliente sea atendido en cuanto lo necesite, un sistema informático de gestión interna, y una página web propia) su ubicación y su completa carta han convertido a esta enseña en un lugar de obligado paso para tinerfeños y visitantes.
Sobre la crepería La Boheme
Desde 1996, año en el que se abría el primer establecimiento, La Boheme ha tenido como línea de negocio principal el servicio de comida-crepes-ensaladas, mediante el sistema de restaurante, bajo el concepto de comida rápida, sana, de calidad y a precios moderados. Y gracias a ello, se ha convertido en una marca más que reconocida en la isla de Tenerife, de la mano de su fundador y presidente, Thierry Carayol, de origen francés.
En la actualidad, todo aquel que quiera poseer un negocio como éste, puede hacerlo, gracias a que La Boheme tiene abierta sus puertas al mundo de la franquicia. Además, la enseña ofrece un programa de formación para el franquiciado muy completo, con una parte teórica y otra práctica, que le permitirá aprender todo lo necesario para poner en marcha el negocio, contando con la asistencia y el apoyo continuado por parte del franquiciador.