"En el acto de pintar, expresa Eva, pienso en cómo distribuir el espacio de la tela, como si fueran los renglones en donde voy escribir mis palabras, mis manchas; trato de representar mi paisaje interior sin atarme a una estética determinada, utilizando tanto el negro como el color, en un antagonismo en lucha de emociones y pensamientos, una figura que emerge como un gesto, un cuadrado que nos contiene, pero no nos deja ser en nuestra verdadera geometría.
Somos habitantes de nosotros mismos, tratando de romper la barrera que no nos deja estar con el otro. Como penetrar los caminos que esconde la ciudad perdida, invisible, acechante, furiosa, descarnada e intrigante. Estos mundos desconocidos son habitados por mí, y en mi dolor por ellos, para perderles el miedo, para hacerme amiga, quiero sentir que fueron puestos en descubierto, que alguien los vio, que yo los encontré y ahora los conozco.
¿Cómo puedo representar esos mundos escondidos e inalcanzables? Sólo mis sensaciones provocan mi imaginación, mi intuición me guía en la búsqueda estética, no alcanza la información, no alcanza nada."
La muestra, compuesta por trabajos en acrílico y técnicas mixta sobre tela, indaga en sensaciones y estadíos de la conciencia, empleando recursos propios del expresionismo, interactuando entre diferentes realidades, sin renunciar a la plásticidad. Una obra que posee sensualidad y coherencia.
Somos aquello que nuestro cerebro puede procesar, pero, también, algo, más, y no estamos solos.
La muestra estará abierta al público hasta el 27 de Marzo de 2008, con entrada libre y gratuita.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
En un mundo tan convulsionado, con un presente vertiginoso, este pequeño Restó, quiere con sus propuestas artísticas, albergar sensaciones en la mente y en el corazón.