Durante el primer trimestre, Solomon visitó al dentista más que a su ginecóloga. "De repente me perforaron a la izquierda, a la derecha y al centro", escribió en su columna para The Sun. "Mis dientes se pusieron de un color raro, tuve que sacar algunos, ya que estaban muy dañados y pronto me llenaron los rellenos".
Aunque Aída Grandioux, gerente e implantóloga de Clínica Dental Fleming en Madrid, comenta que "la posibilidad de encontrarse un caso como el de Solomon es muy remota", sugiere que podrían surgir problemas durante el embarazo como la erosión dental extrema debido a los ácidos en la boca causados por las náuseas matutinas.
"El ácido en el vómito o alimentos y bebidas ácidas se comen la superficie del diente erosionando el esmalte. Eventualmente la dentina más amarilla quede expuesta y los dientes realmente se vuelvan sensibles", explica.
Grandioux recomienda enjuagarse la boca con agua mineral y sin gas después de las náuseas matutinas y evitar los alimentos y bebidas azucaradas y ácidas entre las comidas, para ayudar a evitar que el ácido ataque los dientes.
"Pero incluso si no padece náuseas matutinas, hay algunos cambios en su salud oral que todas las mujeres embarazadas deben conocer. Los cambios hormonales durante el embarazo pueden hacer que sus encías sean más vulnerables a la placa, lo que puede provocar inflamación y hemorragia", explica Grandioux.
Para prevenir o tratar los problemas de las encías, en Clínica Dental Fleming recomiendan limpiarse los dientes cuidadosamente dos veces al día durante dos minutos con una pasta dental con flúor; reducir la ingesta de azúcar y visitar al dentista regularmente.
"La mayoría de las enfermedades de las encías comienzan entre los dientes, por lo que la limpieza con cepillos interdentales o hilo dental a diario también es parte de la rutina. Las pastas dentales especialmente formuladas para la gingivitis también puede ayudar a combatir la placa dental y reducir el riesgo de sufrir los problemas que ha tenido Solomon", afirma Grandioux.