Es un hecho demostrado: el conformismo no hace avanzar en la vida.
Da igual si se tiene un estilo sobrio, clásico, ultra pulido o desenfadado. Sin un maletín que diga 'aquí estoy yo' no se llegará a ningún lado.
Los maletines permiten llevar cómodamente documentos, el cargador y todo lo que se necesita para estar operativo todo el día. Pero además tienen un claro propósito más allá de ser una práctica herramienta que ayuda a afrontar la rutina diaria: le aportan singularidad y carácter al look en un mundo en el que la imagen cuenta, y mucho.
¿Acaso Don Draper se atrevería a pasear por Madison Avenue sin el suyo?
Si todavía no se tiene, no se debe perder el tiempo y lanzarse a buscarlo. Por ello, Jellymoon ofrece las claves para encontrar el maletín perfecto.
- Sin duda, calidad: los maletines de piel son una inversión segura que vale la pena.
- Optar por un diseño sencillo, de línea elegante, que se adapte a las exigencias de una agenda de alto impacto: reuniones de equipo, presentación a prensa, junta directiva, visita o comida con un cliente…
- Llevarlo debe hacer sentir invencible, así que se debe eligir uno con personalidad que potencie el look working.
- Funcionalidad: menos es más. No se trata de una maleta, hay que utilizarlo para los imprescindibles.
- ¿Maletín de hombre o de mujer? Es indiferente. El look es el que manda.
En un mercado que está empezando a despuntar destacan nuevas marcas como la española Jellymoon con maletines que triunfan por su diseño minimalista, de líneas depuradas y despojado de florituras. Su maletín EGO, destilado en varios colores y fabricado en Ubrique con lujosas pieles se pasea por las grandes urbes de la mano de todo aquel que se atreve a comerse el mundo sin prejuicios.