La maternidad es emocionante, pero para muchas mujeres es también un estado difícil de alcanzar. La fecundación in vitro y la inseminación artificial son dos de las técnicas de reproducción asistida más demandadas por su probabilidad de éxito. Sin embargo, a la hora de elegir entre una u otra, muchas mujeres se encuentran ante un dilema. La edad, la gravedad del problema, son algunos de los aspectos a tener en cuenta para decidirse por una u otra. Los expertos en fertilidad de ProcreaTec nos explican las diferencias entre ambas técnicas y cuál es la más adecuada para cada mujer:
La edad es uno de los factores que determinan cuál de los dos opciones es aconsejable. A partir de los 40 años, las probabilidades de tener un hijo de manera natural disminuyen drásticamente, por lo que, el tratamiento de fecundación in vitro suele ser la única opción por su eficacia. “Es importante que las mujeres que quieran ser madres tengan en cuenta que a partir de los 40 el 90% de sus óvulos son infértiles, por lo que el rango de edad influye de forma negativa a la hora de buscar un hijo”, puntualizan los expertos de Procreatec.
Por otro lado, no todos los problemas de fertilidad tienen la misma gravedad o afectan de igual manera. Por este motivo, es importante acudir a un centro de fertilidad y conocer así cuál es exactamente el grado de dificultad a la hora de quedarse embarazada. “Si el problema de fertilidad es leve, la inseminación artificial es la técnica recomendada por ser la más sencilla y parecida al proceso natural” comentan los expertos de ProcreaTec. Por el contrario, si esta es más grave, la fecundación in vitro es el método más utilizado al garantizar mayores tasas de éxito.
Ademas, otro aspecto a tener en cuenta es que la inseminación artificial si bien es el proceso más sencillo, también recoge las tasas de éxito más bajas. Sin embargo, y aun siendo más compleja en todos los sentidos, la fecundación in vitro hoy en día es la técnica más utilizada, y la que recoge una mayor tasa de éxito.
Los expertos de ProcreaTec demuestran que no todos los métodos de reproducción asistida sirven para cualquier mujer. Las características del problema de fertilidad, la edad y los deseos sobre el número de hijos a tener son sólo algunos de los factores que influyen a la hora de decantarse por una técnica u otra.
